Según consigna EMOL, el gobierno de la iñora destaca la trayectoria de la Dilma
Rousseff. Claro, como no la va a destacar si tiene la misma trayectoria de la
comandante Claudia.
Ambas mujeres, por lo tanto sujetas a famicidio político constantemente. Ambas
sin las capacidades suficientes para gobernar un país, ni un centro de madres. Ambas
pertenecieron a grupos terroristas que asesinaban y robaban bancos. Ambas llegaron
a la presidencia de sus respectivos lupanares sonriendo y prometiendo regalos a
costa de “otro”. Ambas han sido involucradas o salpicadas en casos de corrupción.
Ambas veneran a Castro, Chávez y el resto de los malacatosos del barrio. A una
la sacó la gente que la eligió; a la otra aun no la sacan, aunque no por falta
de ganas.
Ambas han sido una desgracia para sus países.
¿Se dan cuenta que esto no es normal? Nadie en su sano juicio dejaría a la
Dilma o a la Michelle a cargo de sus finanzas personales. Es más, si le digo a
cualquier salvaje habitante de Chile o Brasil si elegiría presidente de su país
a alguien con las características enumeradas más arriba, sin mencionar el
nombre del antisocial, se espantaría. Sin embargo, basta con una sonrisa y una
par de promesas de las susodichas para que el energúmeno elija destruir el país
a cambio de nada.
El salvajismo de nuestro continente es demencial ¿Cómo pueden elegir a este
par de veteranas y a la Cristina I “la loca” para regentar a estos desgraciados
países? ¡Ay Dios mío!, esto es increíble, pero cierto.