Conocemos lo fundamental del enésimo acuerdo de burundanga sobre la “causa mapuche”, esta vez parido por la enésima comisión, la “Comisión para la Paz”: https://www.latercera.com/nacional/noticia/el-parrafo-de-la-discordia-que-tiene-en-la-cornisa-el-acuerdo-para-la-paz-y-el-entendimiento/
También sabemos que no habrá paz, por lo que esta nueva instancia para chutear el
problema hacia adelante será otro fracaso más. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/04/30/1164968/comision-para-paz-entrega-informe.html
La senadora
del PR por la Araucanía renunció al partido para apoyar este nuevo arreglín que,
sin duda, creará más burocracia, más asignación a dedo de dinero de los
contribuyentes, y más entrega de tierras que hoy tienen dueños. No podría ser
de otra manera: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/04/30/1165064/aravena-renuncia-republicanos-poracuerdopaz.html
A nadie que no sea un cobarde, un imbécil o un cómplice, se le ocurriría negar que esta repartija de tierras, nuevamente, y luego de más de tres décadas persistiendo en el inútil afán, y que el Merluzo y su gobierno de atorrantes se disponen a perpetrar en el sur de Barbarilandia, está movida por zafias ideas políticas, por el afán de lucro, el odio y el resentimiento.
Es estúpido y
hasta mal intencionado suponer que se logrará constituir alguien tipo de paz,
luego de la conversión de zonas completas del lupanar en reductos particulares al
margen de la ley, controladas por mafias de psicópatas y criminales de todas las
especialidades, como por ejemplo el robo de madera, el tráfico de drogas, el
secuestro, el asesinato selectivo, el incendio y el saqueo, además de actos
terroristas. La verdad es que seguirán trasformando toda la zona en un terrorífico
campo de los horrores.
Perpetrar
esta estupidez solo porque lo han decidido y permitido las autoridades, es perseverar
en el error en el que ya incurrieron sus antecesores, validando y santificando a
organizaciones criminales disfrazadas de vengadores de los pobres y desposeídos,
y respaldados, según ellos, por delirios racistas y nacionalistas, vendiéndonos
supuestas soluciones forzadas por intereses particulares y presiones
criminales, como una falsa “reconciliación histórica entre los chilenos”, impuesta
por la fuerza a los chilenos y a quienes dicen no serlo.