Según nos cuentan los
que saben de estas cosas o dicen saber de ellas, en Barbarilandia se creó la
friolera de 141 puestos de trabajo en un año. Don Ramón estaría festejando
dicha cifra. Aquí los detalles del acontecimiento nacional: https://www.emol.com/noticias/Economia/2025/07/30/1173588/empleos-ine-creacion.html
Es evidente
que cada vez se necesita menos mano de obra para varias funciones; también es
cierto que diversas leyes y sus interpretaciones por parte de la Dirección del
Trabajo supuestamente pro trabajadores, que en realidad terminan siendo anti trabajador
y anti empresa, aunque pro políticos, complica mucho las relaciones laborales.
Y claro, si
a esto le agregamos un gobierno comunista repleto de faros morales de la
democracia, que ha pretendido instalar una constitución comunista para arrasar
con medio mundo, todo se hace aun peor.
Sumemos las
trabas burocráticas de ministerios y municipios; las demoras en obtener una
simple patente municipal o una autorización de obras; las decisiones irracionales,
alevosas y descriteriadas del Consejo de Monumentos Nacionales, y toda la demás
trama burocrática que nos ahoga, no es de extrañar que la noticia de los 141 trabajos
creados en un año sea para reír y llorar al mismo tiempo.
Algo que no
se menciona es las bajas ventas y la pérdida de rentabilidad de muchas Pymes
producto de la concentración económica y el lobby de las grandes empresas que influyen
en legislaciones que las favorecen, al mismo tiempo que impiden o complican el
desarrollo de las Pymes; medidas que siempre son festejadas mediáticamente por
agitadores ultras, compañeros de la prensa seria, y bandas de colectivos
culturales repletos de saltimbanquis y monas feas a poto pelado.
Seguro que
hay mas razones ara el estancamiento económico de Barbarilandia, aunque supongo
que aquí se han enumerado las principales, sin olvidarnos de los incentivos perversos
que promueven la vagancia juvenil y la viveza criolla de muchedumbres que
malviven de bonos, licencias médicas falsas y las vueltas que les trae la vida.
Los chilenitos
vivarachitos querían que Chile cambiara, y Chile cambió, pero para peor. Pretender
cambios basados en la destrucción es estúpido y perjudicial para todos. El
futuro ha llegado cabritos.