PINTO, PAREDES Y ANGULO

Me entero por la prensa seria que un grupo de expertos en la materia electoral anuncia el triunfo de JAK y una leve mayoría en ambas cámaras para “la derecha”.

 

Los expertos de hoy en día no son muy distintos a Pinto, Pardes y Angulo, los maestros chasquilla del cabezón Francisco, intentando clavarla en la diana sin entender muy bien de que se trata eso de “la derecha”.

 

Resulta que, si esto sucediese, JAK será el jamón de un hediondo sánguche que tironearán por un lado los viudos del piñerismo, y por el otro la horda patriotera fanaticona ¿Eso sería un gobierno de derecha? Por supuesto que no.

 

Lo que tendremos realmente ante nuestros ojos si el vaticinio de Pinto, Pardes y Angulo se cumple, es un gobierno que debe intentar acordar lo fundamental con uno de los dos sectores (ya saben cuál) dejando de lado al otro, y rezar para que los votos les alcancen para mantener el orden entre tanto loco suelto en el hemiciclo.

 

Las consecuencias de renunciar al proyecto del Gobierno Militar, en este caso al equilibrio político-electoral ideado por Jaime Guzmán, que como ya les he comentado anteriormente consistía en procurar grandes acuerdos entre la centro izquierda y la centro derecha, dejando fuera del negocio a los locos de cada lado, hoy representados en este rincón por el PC-FA y en el otro rincón por el PNL, es lo que muy probablemente veremos a partir de marzo del próximo año, a un grupito de locos arbitrando en la política chilena, como hoy hacen, por ejemplo, los terroristas, ladrones y criminales vascos y catalanes en España con un mínimo de votos y suficiente representación parlamentaria para extorsionar cuando les dé la gana.

 

La Vieja Cara de Pasa, que hasta el momento se ha negado a entregar su apoyo a JAK si este gana, ya anunció su temor de que el próximo gobierno “corra demasiado el cerco”, supuestamente hacia la derecha, mientras que el Espumita pretende correrlo a lo loco sin destino, propósito racional, beneficio para Chile, ni capacidad para hacerlo.

 

Es una pena, no habrá otra oportunidad como esta, como no la habrá para redactar una nueva y buena constitución como la que rechazaron los fanáticos de ambos lados.

 

Chile paga las consecuencias de las mezquindades de la derecha piñerista por un lado, y de la derecha ultra por el otro.