Fueron rechazadas
unas solicitudes que entregaban 620 mil hectáreas de borde costero a unas “comunidades
indígenas” en Aysén: https://www.emol.com/noticias/Economia/2025/12/09/1185412/comision-solicitudes-rechazo.html
Festejar la negativa
de la autoridad es no comprender que el verdadero problema consiste en que
estas aberraciones puedan existir, es decir, dependemos de que un político
decida aprobarlas.
Si en un país
es aceptado como normal que por medio de disposiciones legales sea posible hacer
cualquier cosa, por más disparatada o perniciosa que pueda ser, significa que no
vivimos en un estado de derecho, sino en una bacanal en que la mera voluntad de
alguien, por más que este ostente un cargo, puede llevarnos a las situaciones más
absurdas, abusivas, y desquiciadas.
Si un supuesto
grupo indígena puede solicitar medio Chile en nombre de supuestas reivindicaciones
territoriales históricas; si otro grupete de sinvergüenzas puede usurpar un terreno
previamente loteado por un mafioso y nadie los saca de ahí aunque exista orden judicial;
si otro grupo, esta vez de atorrantes, vagos y sinvergüenzas puede paralizar
colegios, universidades, calles, a la espera de hacerlo con comercios, industrias
y el país completo si los dejan, organizar la quemazón y saqueo intensivo de
todo lo que aparece a sus paso, y planificar un golpe de estado, para luego ser
condecorados entre vítores y alabanzas por los señores políticos en el parlamento
y votados por el populacho bárbaro para regentar el país, significa que somos
un país mayoritariamente compuesto por subnormales y viciosos.






