A los jesuitas,
y en especial a Felipe Berrios, los he denunciado desde hace años, mucho antes
de que estallara el lío de los abusos. Los considero la organización más
perniciosa del mundo, por sobre los narcotraficantes que, en realidad, solo
venden lo que la gente quiere comprar, y su negocio criminal fue creado por los
políticos prohibicionistas. Y algo muy importante, todos sabemos que los narcos
son malos, en cambio, la gente supone que los jesuitas son buenos, y no es
verdad.
El problema
con Berríos y todo aquel que se vende públicamente como hombre bueno y justo,
es que no lo son, es más, son los peores. Berríos pontificó en la televisión amparado
por periodistas corruptos que jamás le preguntaron sobre sus abusos. Berríos
pontificó durante mucho tiempo en contra de curas de congregaciones conservadoras,
sus rivales dentro de la Iglesia, señalándolos con su dedo acusador, acusándolos
de los mismos crímenes que él cometía. Berríos es despreciable, no solo por lo
que hace, sino por su frialdad psicopática para mentir y pontificar sin que se
le arrugue la cara por una vergüenza que no tiene.
Berríos,
además, es cobarde (está comprobado, quien abusa de un menor evidentemente lo
es). Recordemos que no aceptó la investigación canónica, renunciando a su congregación
y autodenunciándose ante la fiscalía sabiendo tres cosas: Que los casos seguramente
estaban prescritos, que probar estos hechos es muy difícil, y que no existe la autodenuncia
en casos de abusos sexuales. Con esta estrategia pensó en librarse de su condena,
aunque afortunadamente no lo logró:
Berríos se hizo
la víctima diciendo: “No me parece que los sacerdotes debamos tener una
justicia especial”: https://www.ex-ante.cl/felipe-berrios-pide-al-ministerio-publico-que-investigue-las-denuncias-por-hechos-de-connotacion-sexual-lea-declaracion-completa/
Aquí, el
abogado de las víctimas explicando la mentira y la estrategia de Berríos: https://www.t13.cl/noticia/nacional/juan-pablo-hermosilla-y-autodenuncia-felipe-berrios-es-mas-golpe-efecto-2022
Afortunadamente no le
resultó.
Berríos fue
expulsado de la congregación (la estrategia de renunciar no evitó la investigación),
ya que la investigación comprobó reiterados abusos sexuales, incluyendo menores
de edad: https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2024/05/10/expulsan-a-felipe-berrios-de-la-compania-de-jesus-y-le-prohiben-contacto-con-menores-de-edad.shtml
Solo espero que,
con estos antecedentes, las víctimas lo denuncien, y el criminal termine en prisión,
no solo porque se lo merece, sino para que no olvidemos nunca más que estos pontífices
de la bondad, como Felipe Berrios y su amigo Renato Poblete, son las más grandes
desgracias de una sociedad. Una sociedad mediamente sana no puede permitir que psicópatas
como estos deambulen por los canales de televisión como símbolos del bien, menos
aun siendo entrevistados por periodistas cómplices que han renunciado a su profesión,
y se relacionen con menores de edad a quienes no solo abusan, sino que los “educan”
inculcándoles culpa, transformando en revolucionarios a varios de ellos,
difundiendo el marxismo disfrazado de ayuda al prójimo, y lavándoles el
cerebro.