En lo que va
de 2024, 36.262 pacientes han muerto esperando atención en los centros de salud
del Estado de Chile. A este crimen masivo se le denomina estar en “listas de
espera”: https://noticias.unab.cl/la-tercera-mas-de-36-mil-pacientes-han-fallecido-en-listas-de-espera-en-lo-que-va-de-ano/
Debemos
agregar a esta estadística (eso somos las personas para el estado) la desconocida
cantidad de gente que ha muerto luego de que los hospitales chilenos dependientes
del Estado de Chile borraran sus nombres de las listas de espera, seguramente
con la criminal intención de “mejorar los números” y con ello, tal vez, lograr
mejores encuestas, ganar elecciones y obtener algún bono de productividad o
algo parecido.
En Barbarilandia,
en solo un año, el Estado de Chile mata a más gente que el genocida de Netanyahu
en Gaza; siendo superados solamente por Zelenzky en Ucrania.
Las
soluciones que propone el gobierno y sus psicópatas para esta criminal mortandad
masiva son al menos tres:
-Subir
impuestos, tal como se ha hecho desde hace años, para así contratar más gente,
licitar corruptamente como si ni hubiese un mañana y robar a manos llenas.
-Terminar
con las Isapres y ojalá con todo el sistema privado de salud que no tiene
listas de espera por razones obvias (usted llama por teléfono y pide una atención
médica donde esté disponible)
-Recaudar
todas las cotizaciones de salud y, por lo tanto, agregar a las listas de espera
a las personas que hoy se atienden en los prestadores particulares, aumentando
así la cantidad de muertos.
Hoy en día,
los pacientes del sistema público en listas de espera llegan a criminal cifra
de 2,5 millones: https://prosaludchile.cl/pacientes-del-sistema-publico-en-listas-de-espera-llegan-a-inedita-cifra-de-25-millones/
Lo peor de
todo es que ni la izquierda ni la derecha proponen privatizar definitivamente la
salud. Por ideología, por miedo y porque en realidad no les importa la cantidad
de gente que muere sin atención.
Hoy en
Barbarilandia si usted es paciente cautivo de la salud estatal, puede comprar
por teléfono en un supermercado, pero no puede pedir por teléfono una hora de atención
médica en el centro de salud que esté disponible.