Durante los últimos
minutos he estado pensando sobre que tema que no les interesan a mis amigos del
Blog escribiré hoy. Incluso existen temas que molestan y que por lo tanto no están
dispuestos a analizar sin atrincherarse.
Hoy no
escribiré sobre el genocidio en Gaza que está perpetrando Israel, y que si bien
fue incomprendido por el respetable público en un inicio, luego de mas de un
año de crímenes horrendos en contra de una población civil que vive encerrada
en un gueto, me imagino que ya no pensarán igual ¿O sí?
Tampoco
pretendo insistir en la herida que la guerra que llevan a cabo la OTAN y Rusia
en Ucrania ha ocasionado en los derechistas de todo el mundo, que confunden o
quieren confundir a Rusia con la ex URSS, y a la OTAN, la UE, USA y el llamado
occidente, como unos enviados divinos que promueven la paz, la democracia y los
derechos humanos a punta de golpes de estado, bombardeos por todos lados y crímenes
varios.
Y ni hablar de
esa idiotizada mirada de los derechistas chilensis y no solo chilensis, que la
han emprendido en contra del extraordinario gobierno del tío Donald y su espadachín
Musk que apenas lleva dos meses en el poder, sumándose a la propaganda de desinformación
sobre una guerra de aranceles que no existe y que no explicaré ya que a nadie
le interesa conocer los inmensos beneficios de un acuerdo global entre USA,
Rusia y China, dejando en la mesa de los cabros chicos a la nefasta UE.
Pero como
hoy estoy empecinado en comentar cosas que a nadie le interesa leer y aceptar
como ciertas, les dejo esto: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/03/27/1161795/censo-2024-regiones-envejecimiento.html
Así que
vayan acostumbrándose a los venezolanos, peruanos, colombianos, haitianos y a
quienes decidan venir rejuvenecer Barbarilandia y a trabajar a un país que en
un par de generaciones los “chilenos puros” (permítanme reírme en secreto) serán
minoría. Lo que visto lo visto (un 78% apoyó la destrucción e incendio del país
y que los comunistas redactaran una nueva constitución, además de elegir un
gobierno comunista como el del Merluzo), no es una mala idea, sino tal vez sea
nuestra salvación.