La fiesta interminable
continúa. La portentosa cascada de regalos, bonos, retiros, subsidios y cheques
al por mayor sigue adelante como si no hubiera un mañana. Todo vale en período
electoral-revolucionario.
Estas demostraciones
de que las mieles del paraíso terrenal se acercan a la velocidad de un rayo,
exacerban el ánimo del populacho bárbaro. La consigna es agarrar mientras se
pueda y que Dios nos ampare. Aunque la desgraciada realidad, amiga de la evidencia
y de una historia que a veces rima más de la cuenta, no acepta excepciones ¡No
señores! Este perro mundo sigue siendo el de toda la vida, y bien que así sea.
Hoy, en
EMOL, aparecen dos noticias que de novedosas tiene poco. Una: El Banco Central
aplica la mayor alza de tasas en 20 años ante aumento de la inflación. https://www.emol.com/noticias/Economia/2021/08/31/1031302/alza-tasa-mayor-20-anos.html
Y dos: El
96% de los 107.760 mil empleos que se crearon en trimestre mayo-julio fueron
informales: https://www.emol.com/noticias/Economia/2021/08/31/1031290/ine-empleos-informales.html
Todo cuadra,
Pollo, diría Salfate. Je…je…je…
En medio de
la pantagruélica fiesta de gastos desenfrenados, tomas recurrentes, amenazas a todo
lo que huela a disidente, asesinatos y despostes de cadáveres e incendios
premeditados, amenizada por los humoristas de la Convención Constituyente, que
han dejado como aficionados a los señores políticos del congreso de
Barbarilandia, el futuro esplendor prometido a la chusma inconsciente comienza
a desvanecerse.
La habilidad
para destruir que ha demostrado el populacho bárbaro y sus sicarios será
legendaria. Hordas que acometen contra todo intento civilizatorio.
Organizaciones delictuales constituidas en movimientos, partidos o agrupaciones
políticas. Estafadores postulando a la presidencia de este lupanar de poca
monta. Periodistas y opinólogos de matinal respaldando y justificando el
delito. Comunistas multimillonarios de televisión jugando a aborrecer el
sistema que los hizo ricos. Fuerzas del orden con fecha de vencimiento, las que
serán disueltas y reemplazadas por milicias de malolientes e iracundos vecinos peleándose
por los muebles de la familia que fue denunciada a los comisarios políticos.
Los
chilenitos vivos, descendientes de Michimnalonco, armaron la de San Quintín
suponiendo que vivirán para contarlo, mientras pagan más intereses por los cada
vez más caros cachureos que compran con dinero fiado (a la larga lo pagarán),
mientras “emprenden” vendiendo longanizas de Chillán y paltas de dudoso origen,
ante la imposibilidad de encontrar un empleo formal y mientras se deleitan
soñando con el colapso de los ricos.
La violencia,
la desvergüenza, el respaldo al delito, el salvajismo y la barbarie. La ignorancia,
la ausencia de todo tipo de control ético y moral a sus bajos instintos, la receptación
y la prepotencia de piojos resucitados, campea a sus anchas por donde asomemos
nuestras narices.
El populacho
bárbaro y sus delincuentes delegados parlamentarios y convencionales demuelen
inmisericordemente lo poco que tenemos en nombre de una igualdad y una justicia
social que no es mas que envidia, resentimiento, robo a mansalva e ignorancia en
todo tipo de materias, exceptuando el manual de uso del nuevo teléfono celular.
Tal vez estamos
viviendo el principio del fin del sueño revolucionario de viejos de 20, 30 o 40
años, con el cerebro, la imaginación y la sapiencia de un niño que espera al
Viejito Pascuero en la ventana. Estoy seguro de que, llegado el día de la verdad,
a toda esta chusma patotera le causará una enfermiza desazón comprobar que los
ricos seguirán siéndolo, comparada con la moderada resignación a la llegada de la
pobreza en que se verán sumidos. La rabia y la envidia suelen ser más fuertes,
incluso, que la propia supervivencia.