La columna de hoy de Gonzalo Cordero está genial, como
siempre. Le dio en el clavo.
Hay quienes piensan que todo lo saben, me refiero a los famosísimos
y autobautizados como “intelectuales de izquierda”, quienes a través de papers
muy bien pagados por la señora Juanita e informes sin sentido financiados con
el IVA y el ILA del señor Moya, intentan cuadrar círculos a granel con fatales
resultados. Cuando sus previsiones no cuadran con la realidad (es decir,
siempre), vienen los problemas. Y el problema llegó.
El principal problema de estos seudo intelectuales es lo que
el profesor Hayek bautizó como la “fatal arrogancia”. Se creen lo que no son. Además,
suponen que todo el resto del planeta está equivocado y solo basta una buena dialéctica
para meterles el adminiculo en el ojo.
El problema con la postura de estos estos tipos es no
cuentan con un pequeño detalle: los empresarios.
Los empresarios no son tontos, es más, no existe un grupo
menos tonto que los empresarios, no porque sean más inteligentes (que tal vez
lo sean), sino porque un empresario parte siempre de una base: la realidad. Y a
la realidad no hay como darle ni como deshacerse de ella. La realidad está ahí
para el que quiere verla. Para el que no quiere verla, pues sigue ahí. Esa es
la gracia de la realidad.
El gobierno pretende hacer creer a los empresarios que se
volvieron pro empresarios de un día para otro, más exactamente desde la publicación
de la encuesta CEP y desde el comienzo de la caída económica.
Sin embargo, los empresarios estamos vacunados en contra de
los adminículos en el ojo. No creemos en nada que no podamos ver.
Lean la genial columna de Cordero: http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2014/08/895-593716-9-carta-a-un-empresario.shtml