Los politicuchos
pretenden que el Instituto Nacional sea mixto. Está de moda ser mixto. Unos
cuantos cientos de haitianos, colombianos y travestis engalanarían el lugar. Transversal,
inclusivo y lo que haga falta para salir en los noticieros. Recordemos que este
colegio es “emblemático”, sea lo que sea que eso signifique.
En mi época
de alumno se decía que era “el primer foco de luz de la nación”. Hoy es un
lupanar marxista repleto de patos malos, vagos, revolucionarios, jóvenes idealistas
y compañeros de ruta, que conviven con cabros decentes y estudiosos, cuyos
padres no cuentan con los recursos suficientes para huir de ahí. Recordemos que
la basura que nos gobierna ni se arrugó para terminar con el financiamiento compartido,
ya que ellos envían a sus hijos a colegios de 400 lucas con dinero de los contribuyentes.
Ellos se denominan la “élite”, el resto es perraje.
Para no
ensuciarse las manos, pensando en que el alumnado votaría a favor de la ingeniaría
social y en el show que armarían con esto, montaron una elección que perdieron
¡Falló la fiesta de la democracia!, el colegio continuará siendo de puros
machos recios…, por el momento ¿Y ahora qué? Pues ya se escuchan “voces” que
elegantemente plantean que los que votaron en contra del proyecto, y por lo
tanto se ubicaron “en el lado incorrecto de la historia” son unos estúpidos. Lo
mismo pasa en el Reino Unido con el Brexit y pasó en Colombia, los supuestos demócratas
pretenden repetir la elección. Y la podrían repetir indefinidamente hasta obtener
el resultado que buscan, luego de eso no la repetirán nunca más ¿Les suena?
¡Claro!, es el sistema comunista para llegar al poder y luego permanecer a él
para siempre.
De haber
triunfado la opción de colegio mixto, todo el mierdal que nos regenta y el otro
mierdal que nos desinforma a diario, estarían proclamando que hay que escuchar
la voz del pueblo ¡Ja!
El Instituto
Nacional es de hombres, podría seguir siéndolo o podría ser mixto, no veo el
problema con eso. De la misma forma que el liceo número 1 podría ser mixto también.
El tema no es ese. El problema es el uso político de todo lo que camina, repta o
vuela en este perro mundo. Nada es en serio, todo tiene un miserable interés, una
segunda intención y una tercera lectura.
La decisión sobre
el destino del colegio no puede ser sometida a una votación propagandística de
menores de edad, sino a la decisión del sostenedor del colegio, y basada en
criterios históricos, educativos y financieros. Pero estamos en Barbarilandia. Y
pensar que para este tipo de cosas “recobramos la democracia”.