Ocho
municipalidades harán un plebiscito. No, no será para que el respetable público
se pronuncie sobre el desempeño de sus autoridades, y los cambien si así lo
deciden, sino para aprobar un toque de queda a menores de edad, el que se
supone, ayudará a crear el hombre nuevo, evitando que ingieran el maldito
veneno que chisporrotea la conducta. Por supuesto que aparece don Joaco, esta
vez secundado por siete más.
En fin, la consulta
popular, ciudadana, democrática, tal vez reivindicativa, probablemente social y
solidaria y porque no decirlo, en una de esas también acogedora y transversal, consiste
en pedir a los padres que entreguen a la municipalidad la potestad de permitir
que sus hijos circulen por el espacio público durante las tenebrosas y oscuras
noches de una ciudad llena de peligros. Que miedo. https://www.latercera.com/nacional/noticia/consulta-comunal-restriccion-horaria-menores-habilitan-la-web-votar/718875/
Usted,
señora y señor, ya no dará permisos y cinco lucas a sus hijos, ni fijará
horario de salida y llegada, no señor, un burócrata lo hará por usted. Solo
tendrá que comunicarse con la página de la municipalidad antes de salir a la
calle, por si acaso el cabro no lleva el carnet, no sabe ver la hora, o usted
olvidó pasear el perro, tiene ganas de fumar en la calle, pretende circular por
la vereda pintarrajeada de diversos colores sin conocer su significado, o
quiere atravesar la calle por un pasó reservado a travestis o mujeres con
ataque de sororidad. Antes de salir a la calle deberemos comprar un manual de
uso de la ciudad, certificado por la superintendencia respectiva (seguramente
la superintendencia de la ciudad).
Sí señor y
señora, usted ya no podrá matricular a su hijo en el colegio de su preferencia,
tendrá que ser sometido al tormento de la tómbola, como si estuviera en Sábados
Gigantes compitiendo por una plancha y un secador de pelo ¿Dispara usted o
disparo yo?
Ya lo sabe
señora, y usted también señor, ustedes ya no decidirán los permisos de su hijo,
lo hará un político en pre campaña, una horda de inspectores municipales
paseando en autos luminosos y carabineros con cascos anti niños callejeros
¿Podremos pasear perros al caer la noche? ¿Habrá que pololear solo en verano a
plena luz del sol, y con consentimiento por escrito de la dulcinea de rigor? Vivir
se ha transformado en un problema.
Los señores políticos
que lucharon –según ellos- para recobrar la democracia, quieren a todo el mundo
en sus casas para dejar la ciudad a los delincuentes. Don Joaco teme a las
drogas, al alcohol y a perder nuevamente una elección. Todos debemos colaborar
con la justa causa. Entreguémonos sin chistar, tal vez alguna ordenanza
municipal impide quejarse de nuestros protectores. El Juzgado de Policía Local,
4 UTM y un sucio calabozo nos esperan.