lunes, 24 de junio de 2019

DEUDAS HISTÓRICAS.


El gran negocio de todo aquel que no quiere trabajar, es reclamar algún tipo de deuda histórica. Quienes pretenden obtener algún tipo de poder sin sudar para ello, también puede reclamar una deuda de ese tipo. Y quienes desean figurar ni hablar. El mundo tiene deudas históricas de todo tipo: con las mujeres, ancianos, negros, homosexuales, indígenas, animales, plantas, océanos y tierra firme. Poseen un título ejecutivo permanente de deuda histórica los profesores, los expoliados, los expropiados, los exiliados, los exonerados y los pateados en el suelo.

Los activistas auto declarados representantes de los indígenas, reclaman una deuda histórica imposible de pagar. Los cristianos tenemos una deuda histórica con nuestro señor Jesucristo, quien aguantó la de Dios en nuestro nombre. Los curas intentan cobrarla. Debemos sentir culpa por todo eso… y pagar sin chistar.

El mundo tiene una deuda histórica con cuanto terrorista ha instalado una bomba en nombre de la justicia social. Debemos pagar por eso también. Así como pagar por la deuda histórica que tenemos con quienes recobraron la democracia en nuestro nombre y en nombre de su billetera. Todo bicharraco que repta, salta o vuela tiene una deuda histórica que cobrar. Y nosotros tendremos que pagarla.

Los ricos les deben a los pobres por su pobreza. Los hombres les deben a las mujeres por su posición en el mundo mundial de todos los tiempos. Todos los giles tenemos deudas históricas que pagar, y los pillos que cobrarlas.

Las deudas históricas no solo se pagan con dinero, también se dictan leyes de discriminación positiva, leyes de igualdad de género, leyes con nombre y apellido y leyes mordaza para cerrar la boca de quienes dudan de que dichas deudas históricas realmente existan.




11 comentarios:

  1. Todos endeudados. En fin yo creo que estos wns de los profesores tienen todo calculado para no trbajar en invierno y volver a trabajar en primavera-verano cuando haya temperatura de trabajo mira que estos weones son muy sensibles a resfriarse y tirar licencias. Hay que cuidar la salud de los profes po wn.

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    1. Jjajajaja, sería mejor para todos los cabros que no trabajaran nunca mas.

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  2. nuestro respetable vecino esta al borde del sincope porque la deuda historica que tiene la Democrac ia con los que la salvaron en 1973 nadie esta dispuesta a cobrarla. Por el contrario, es una deuda repudiada, negada, del mundo al reves.
    es una deuda inexistente.
    Incluso muchos de sus titulares yacen en la carcel Punta Peuco porque , al reves de lo que pensaban, los deudores son acreedores.
    Bueno, Hermogenes se merece una manito vecina

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    1. Don Hermógenes pide demasiado, Kast no tiene por qué incluir todo eso en la constitución del partido, ya ha hecho suficiente.

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  3. no entiendo eso de la "deuda historica" de los profesores. Estos zurdos a todo le meten lo "historico", la "memoria" y una sartalada de weás para adornar su mierda, aún cuando la unica historia que proclaman es originada por el sindrome de munchausen que padecen.

    Concuerdo con Andrés sobre la verdadera "deuda histórica" que tenemos con nuestros libertadores del 73.

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    1. Es fácil, es una deuda que no pretenden cobrar para así continuar pidiéndola. El show debe continuar.

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  4. La verdadera deuda histórica es con los militares presos.
    Han pasado 29 años y siguen los profesores con su tontera de deuda histórica. Los políticos no arreglan nada.

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    1. Y no la van a arreglar... ¿por qué no hincharon las pelotas cuando estuvo Bachelet?

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    2. Por ejemplo, ahí tienes una deuda que jamás pagaremos.

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  5. Hola Don Máximo, César Vidal lo dice muy bien“El rico domina a los pobres, y el deudor es un siervo de aquél que le prestó”.

    La máxima contenía un conjunto de realidades que no se pueden negar. Ciertamente, aquel que es acaudalado posee una relativa facilidad para dominar a los necesitados, pero no es menos cierto que cualquiera que contrae deudas se coloca a merced de su acreedor hasta el punto de transformarse en su siervo.
    Por muy contento que se pueda sentir por haber recibido un préstamo, no es menos cierto que su vida queda hipotecada por la necesidad de devolverlo. En adelante, quizás sin percibirlo, toda su existencia girará en torno a las deudas contraídas cuya ejecución no está en su mano sino en la del prestamista.
    El endeudado se puede ver así mismo como alguien libre, cuando a decir verdad, está en manos de quien le entregó el dinero. Eso es lo triste que ocurre actualmente en nuestra pobre sociedad y nadie quiere ponerle el cascabel al gato, al menos hasta ahora.

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