Nuestro
amigo Andrés nos recordaba que el Merluzo cuenta con una solución para la guerra
en Palestina. Biden espera con entusiasmo la visita del presidente chileno que
lo iluminará con una idea que dará por terminado un conflicto que ya dura 75
años. Tal vez con un poco de ingenio, el Frente Amplio y el Partido Comunista
chileno puedan gestionar un alto al fuego en Ucrania, que falta hace. Yo creo,
conociendo a nuestro gran timonel, que esto pasa por crear instancia de conversación
mediante una mesa de diálogo dirigida por expertos designados con cuota de género
y una nutrida participación ciudadana.
Y nosotros despreciando
a nuestro líder internacional… Esto sucede por ser unos fachos de mierda.
El Merluzo
tiene un aura de estadista universal. No tengo duda alguna de que antes del término
de su mandato encontrará una solución al “conflicto mapuche” y evitará la anunciada
guerra entre China y USA por el control de Taiwán.
Una vez
lograda la paz mundial, tal vez podría abocarse a solucionar nuestros problemas
más pedestres, como los económicos, como terminar con las listas de espera en
los hospitales, lograr que los profesores enseñen algo más que hacer la
revolucion, y controlar la delincuencia.
Dar por
terminada la inmigración ilegal no estaría mal como corolario a su performance
internacional. Y por qué no, tal vez una sustancial reducción de los innumerables
campamentos sin agua potable, aunque decorados con tremendas antenas de Direct
TV que rodean las ciudades chilenas, pueda ser el broche de oro a su gestión.
El Merluzo debe
dar a conocer internacionalmente su apoyo a la paz mundial, así, tal vez, logre el esquivo reconocimiento
nacional que hasta el momento no ha logrado obtener. Sabemos que el pago de
Chile suele ser lapidario, mas aun a nuestros más grandes próceres patrios.
Propongo una
difusión de su viaje por la paz mundial recorriendo Central Park en su
bicicleta, la misma que utiliza cada vez que llega a su oficina en La Moneda, aunque
no sabemos si el trayecto se inicia en el barrio Yungay, donde tan transversalmente
ha decidido vivir, o bien el personal de palacio le entrega el bólido de dos
ruedas en Teatinos con Moneda, y desde ahí concluye el recorrido para la foto
de rigor.
Recordémosle
al Merluzo que en Central Park habrá algún resbalín a su disposición, sabemos
su afición a desplazarse verticalmente por dentro de tubos de plástico. Irina siempre
estará ahí para salvarlo en caso de ser necesaria una solución de emergencia.
Alguien de
cancillería, tal vez el sibarita exembajador en España; o lady Susan, la exembajadora
en Reino Unido; o la académica y lingüista exembajadora en Argentina, debieran
advertir a Netanyahu que es necesario parar el exterminio de palestinos, que el
desplazamiento de población no es algo deseable en pleno siglo XXI, y que el genocidio
no aporta a la paz mundial ¡Para de matar, hombre!, escucha a Boric, que tiene la
solución.