GEOPOLÍTICA MERLUCIANA

Mientras el Merluzo intenta solucionar el problema del oriente próximo sin que nadie se lo haya pedido, en Chile continúan nuestros problemas. La empresa china Sinovac, la de las vacunas chinas, ya no instalará su cacareada fábrica en chile, lo hará, al parecer, en Colombia.

 

Me imagino que las palabras diplomáticas de buena crianza de los chinos dirán que si bien es cierto no es menos cierto, mientras las excusas del gobierno no se las cree nadie; yo pienso que desistieron de la aventura por dos razones; una, en Chile no dejan trabajar en paz con tanta restricción, tanta burocracia y tanta organización, colectivo, asociación y demás grupos que exigen una parte de la torta; y dos, sabemos que el Merluzo se ha pasado de rosca criticando a nuestro principal socio comercial, y esto puede ser una advertencia ¿Vamos a comerciar o vamos a huevear?, habrán dicho los chinos. Y tiene razón.

 

Yo insisto en que estamos en manos de gentuza de lo peor. Todo lo hacen mal, todo sin excepción. Son los mismos que pretenden fundar una megaempresa de extracción de litio, fabricar baterías y, tal vez, competir con Toyota o Ford en la fabricación de bólidos eléctricos resilientes y con perspectiva de género.

 

De solo pensar que aún les quedan más de dos años en el poder… ¡Ufff! No sé si debemos encomendarnos a Diosito Santo o a Santa Teresa, pero no la de Ávila, sino a la que tenemos en YouTube ¿Será posible pedir que la Teresa y la Evelyn agarren a chuchadas al Merluzo para que el gil se vaya? Lo veo difícil, ambas están empeñadas en rechazar la constitución que el Merluzo también rechaza, al parecer lo aman más de lo que lo odian.

 

El último presidente que se las dio de capo en geopolítica y geoestrategia fue la rata de dos patas. Se empinó sobre una tarima en Cúcuta, y entre bailoteos y reguetoneos, chistes malos y consignas estúpidas, ofreció el lupanar con vista al mar como refugio para todos, todas y de paso todes. Ya conocemos las consecuencias.

 

Solo nos falta que, así como Nuestra Señora de los Milagros nos tapizó con medio millón de haitianos, el Merluzo ofrezca traer otros tantos palestinos musulmanes al lupanar. Seguramente Arabia Saudita podrá financiarnos una mezquita en cada capital de provincia y listo.

 

Dios mío, ¿por qué nos has hecho esto?

Dios responde: Oigan sacos de weas, si ustedes fueron los que los eligieron.