Un grupo de luchadores
sociales atacó con alevosía las sedes de la UDI y RN, lo que no me provoca ningún
tipo de pena. Además, las emprendieron contra el memorial de don Jaime Guzmán.
Para preocupación del gobierno, Carabineros se desubicó, y en una acción contrarrevolucionaria,
detuvo a dos personas que iban pasando por ahí. Uno de ellos es el mismo que
cayó al Mapocho hace un tiempo, lo que demuestra que ir pasando por ahí es un
riesgo. Tiene mala suerte este pobre cabro, justo cuando sale a caminar por el
barrio, se encuentra con actos delictuales y los pacos lo confunden con el lumpen.
RN y la UDI
anuncian querellas, algo que a nadie le importa. Creo que sería importante que
repudien todo tipo de violencia, venga de donde venga. Pero que quede muy
claro, venga de donde venga, no sea cosa que alguien pueda molestarse si se
siente aludido ¿Escucharon? Venga de donde venga, y que todo quede muy claro.
En el
congreso avanza un proyecto legal que absuelve de polvo y paja a los pobres
diablos que fueron confundidos con el lumpen durante el golpe de estado al
payaso. Los dejarán en libertad, no sabemos si con un cheque en la mano por el
daño moral, lucro cesante y malos tratos, o el cheque viene después. Me parece
muy bien que suelten a estos muchachos, en la cárcel se pueden malear y luego no
sabremos que hacer con ellos. Solo habrá que recomendarles no salir a pasear durante
actos reivindicativos, para no se confundidos con el lumpen, los pacos no
distinguen entre unos y otros.
Yo, por
ejemplo, que soy un hombre temeroso de la ley y respetuoso del Estado de Izquierdo,
no salgo a la calle de no ser por razones de fuerza mayor. La comida la trae el
Jumbo, no tengo perro y las únicas mascotas de esta casa somos los peces del
acuario que nadan a sus anchas en 30
litros de agua, y yo, que camino por el estacionamiento y tomo el sol en la
terraza. No necesitamos salir.
Si el
destino me lleva por caminos imprevistos, como el dolor de muela del otro día,
cumplo con mi deber ciudadano llevando mascarilla, pañuelos anti virus, un
tarro de spray de lisoform, conduzco con las ventanas cerradas, llevo mi
pasaporte que acredita la venia del gobierno para salir de la casa, no toco a
nadie, no hablo con nadie y me encomiendo al señor para no toparme con alguna
actividad delictiva y ser confundido con el lumpen, tal como le ha sucedido nada
menos que dos veces a este idealista, visionario y desafortunado muchachote.