El gobierno
vetó la ley de usurpaciones, algo por supuesto entendible dado que ellos mismos
provienen del mundo de las usurpaciones de universidades, colegios y calles;
sus socios del sur se dedican con pasión a las usurpaciones de terrenos, parcelas
y fundos, sin olvidar que además se han tomado edificios públicos. https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2023/09/29/ley-de-usurpaciones-gobierno-ingresa-veto-a-autotutela-cambio-de-penas-y-restitucion-de-bienes.shtml
En los años 60-70,
sus antepasados atorrantes de la época también se volcaron a la misma práctica,
usurpando predios agrícolas y empresas. Tampoco debemos olvidar que tanto Boric
como el defenestrado Jackson, prometieron no desalojar a nadie que haya decidido
usurpar una propiedad ajena. El gobierno de atorrantes y sinvergüenzas solo cumple
una promesa de campaña, privilegiar al delincuente por sobre la víctima.
Lo mismo ha
sucedido en los debates sobre la defensoría de las víctimas durante los
procedimientos en la fiscalía. La izquierda se opone a ello, por lo que solo
existe la defensoría de los criminales.
Cuando usted
elige a gobernantes delincuentes, debe presumir que tal gobierno defenderá a
sus votantes, es por esta razón que la gente decente no debe votar por delincuentes,
salvo por supuesto que no sea decente y también forme parte del grupo delictual
del país, y, por lo tanto, tenga interés en que aquel grupo controle el lupanar
con vista al mar.
Mientras
esto se resuelve, si es que se resuelve, continuaremos viviendo en medio de la
desgracia de contar con una mayoría de la población que insiste en destruir lo
logrado mediante el esfuerzo de tanta gente durante tantos años; que insiste
que elegir a sicarios que roben en su nombre para luego repartir el botín, y
que insiste en pensar que mediante el crimen es posible construir un mejor país
para todos nosotros.
Nuestro problema
es la barbarie, lo he dicho desde siempre, y cada día que pasa los bárbaros se
esmeran en confirmarlo.