Me informo por
la prensa, que algunos grupos de convencionales, en un intento por emular al gran
Thomas Jefferson, pretenden poetizar un encabezado para la nueva constitución.
Yo les aporto con el mío, el que por supuesto pueden utilizar sin pago de
derecho de autor si es que no son capaces de idear algo mejor.
El puebl@, unid@, libre al fin de la opresión fascista, neoliberal y heteropatriarcal, mandatad@ por la primera fila, le perr@ matapacos, les puebles y les géneres, ha puesto fin a la constitución del dictador, reemplazándola por una solucionática a la problemática causada luego de 30 años de neoliberalismo feroz y siglos de dominación.
Nos
merecemos una constitución regionalista, indigenista, vegana, animalista, que actúe
con perspectiva de género, anteponiendo el bien común a la voracidad del capital.
La coherencia social antifascista, revolucionaria y deconstructiva, ha construido
un consenso mayoritario y transversal que dará forma a una plataforma ciudadana
unificada, territorial, rítmica, espiritual, sustentable y homologable, que
converge coyunturalmente en un programa común que nos represente a todas, todos
y todes.
Atrás han
quedado las humillaciones de base que violentaban el sentir noble de quienes
por no tener nada, ahora lo tendrán todo. Ya no predominará entre nuestra ciudadanía
el espíritu reaccionario, opresor, refugiado en sus privilegios de cuna
obtenidos gracias al colonialismo extractivista que ha impedido el desarrollo multifactorial
de las clases oprimidas.
Hoy, desde
esta Plaza de la Dignidad, sobre el solar en que erigiremos el monumento a los caídos
en la gesta octubrista, y que reconocerá la participación de ciudadanos
gaseados, tuertos y asesinados por las fuerzas del dictador heteropatriarcal, hacemos
entrega de esta revolucionaria obra sin igual en el resto del mundo. Seremos
los primeros en experimentar el futuro que para nosotros será un presente solidario
y multicultural.
El contenido
de nuestra nueva carta fundamental que nos regirá por los próximo mil años, crea
y protege el derecho a una salud digna, oportuna y sin fines de lucro; una educación
igualitaria, creadora, deconstructiva e intercultural; una vivienda digna,
cercana al Metro, con vista al mar y pastito verde; trabajo para el quiera y el
irrestricto derecho a la libre expresión respetuosa del consenso que hemos logrado.
Todos
seremos iguales y a la vez distintos: Etnias originarias; animalitos en situación
de calle; personas con capacidades diferentes; adultos mayores, de la tercera y
cuarta edad. Fomentaremos la creación de huertos urbanos comunitarios; subsidiaremos
comunidades ecológicas sustentables; crearemos un registro nacional de géneros;
un registro nacional de etnias ancestrales, una plataforma intercultural de
registro de violencia de genero; y un registro
nacional de afrodescendientes, que nos permitirá diseñar una nueva cédula de
las naciones e identidades coherente, de identidad multicultural, multiétnica, multisistémica,
deconstructivista y con perspectiva de género anti heteropatriarcal y anti neoliberal,
a través de la cual nacerá el chileno nuevo.
Aquí está, para
tod@s, la nueva constitución paritaria, igualitaria, homologable, programática,
coyuntural, solucionática, democrática, empoderada, transformadora, multiétnica,
multicultural, multigénero, vegana, animalista, ecologista, solidaria, atípica,
sustentable, digna, convergente, migrante, revolucionada y evolucionada.