Todo lo
relacionado con los casos de abusos, violaciones, depravaciones y delitos en
que está envuelta a la siniestra Compañía de Jesús, es impresentable. Desde el
comienzo, en que el grupo de sabelotodos buenistas apuntaban con el dedo a sus
colegas conservadores. Berrios, Montes, Gidi y otras supuestas autoridades
morales rasgaban vestiduras mientras ocultaban cuerpos en los armarios de su
guarida.
Una serie de
psicópatas abusaba de alumnos en sus colegios, creyentes en sus centros de
adoctrinamiento y fieles en sus parroquias, mientras defendían derechos humanos
de terroristas. Luego, atacaban a Barros “por haber estado ahí”, o “por haber
sabido”. Ellos son los únicos que no se
enteraban de nada. Pobres aves.
La jugada más
rocambolesca fue la última, ellos mismos, los acusados, se investigaron a sí
mismos. Contrataron a un abogado para ser juez y parte en el asunto. Y la “prensa
seria” no dice nada sobre esta situación, por supuesto. No me quiero imaginar a
Karadima auto investigándose sin causar
un escándalo nacional ¿Qué dice el INDH de todo esto?
Renato
Poblete fue la catástrofe total. Uno de los supuestos líderes morales fue un psicópata
durante 48 años, utilizó dineros de donaciones para financiar sus delirantes
orgias y a pesar de todo esto era candidato a los altares. Nadie sabía nada, luego
algunos solo sospecharon, los más santurrones no lo creyeron, y nosotros, aquí,
comulgando con la rueda de carreta jesuita ¡No les creo nada!
El finado
Poblete, que por supuesto no puede defenderse, será el chivo expiatorio. Los siniestros
jesuitas están conmovidos, avergonzados, ponen cara de indignados (desde hace
un tiempo indignarse es un gran negocio) y oran por los pobres infelices
pasados por las armas de los representantes de Dios en este perro mundo.
¿Quiénes eran
los hombres con máscaras negras que violaban mientras Poblete se deleitaba
mirando? ¿Serían otros curas? ¿Tal vez algunos de sus amigotes empresarios que
donaban dinero a cambio de un lugar de privilegio en la sociedad engañada? Eso
parece no importar, la crucifixión de Poblete es suficiente para la prensa que
cierra los ojos ante la evidencia.
El informe
jesuita solo llegó ante la avalancha de acusaciones. Fue un control de daños de
última hora, desesperado, inevitable. Hicieron la pérdida tratando de salvar a
los vivos y poderosos, a costa de condenar a muertos y personajes de tercera categoría
dentro de la congragación.
El vocero de
la Corte Suprema, ministro Lamberto Cisternas, aparece hoy comentando por la
prensa la investigación, anunciando que no necesariamente hay encubrimiento, y sugiere
“faltas éticas” ¿De qué se trata esto, la corte es comentarista de
investigaciones privadas encomendadas por los propios acusados?
No le creo a
Berrios, no le creo a Baranda, no le creo a del Campo, no le creo a ninguno. No
les creo eso de la “doble vida” de “Polvete” (si hasta sobrenombre tenía el fulano)
Esto no puede quedar así, no es aceptable, es una burla descarada. Esto recién comienza.