sábado, 6 de julio de 2019

VIVIENDO EN LAS NUBES.


De cabro chico nos contaban historias. Nos aseguraban que Chile y la vida estaban fundados en algunas certezas: Contamos con la cordillera más blanca, nos decían; aunque ahora llueve poco o casi nada, y en lugar de nieves eternas debemos conformarnos con terribles aluviones cada vez que llueve con “la calol”.

Nuestros vinos son los mejores del mundo; aunque en realidad nos pagan solamente 28 dólares promedio por caja. Nuestras empanadas calduas no tienen parangón mundial; sin embargo nada nos decían sobre el atentado a la dentadura que puede ser una aceituna con cuesco dentro de una amalgama de cebolla cubierta con masa.

Mire mijito, nos decían en aquellos años mozos, si usted estudia para ingeniero, abogado o médico, tendrá el futuro casi asegurado; menos mal que no hice caso y preferí dedicarme al simple oficio de comerciante: comprar lo más barato posible y vender lo más caro que se pueda.

Nuestras mujeres son las mejores y más bellas de todas; algo que a simple vista y viviendo lo suficiente, podemos descartar de plano. Y nuestros hombres los más valientes -tratando de vivir de glorias pasadas-; sin embargo sabemos que la cobardía y el oportunismo son cosa del día a día.

No, no somos pobres por culpa de quizá que imperio extranjero; y esa tontería de que los gringos nos roban el cobre para luego vendernos los alambres es una lesera espetada por rojos semi analfabetos, fanáticos e insensatos. Nos decían que los chilenos somos vivos y los gringos son giles; aunque en realidad ellos son más bien serios y responsables y nosotros y unos pequeños sinvergüenzas de poca monta intentando sacar provecho de cualquier situación.

El futuro no siempre será mejor…, ni peor. Dios no proveerá, ni nos está viendo. La verdad no siempre si impone. Los jóvenes no son el futuro de Chile, menos aun los que tenemos hoy. La selección chilena de futbol no perdía siempre por el largo del pasto, la humedad de Quito, la altura de La Paz, el cansancio del viaje, la falta de experiencia, los cobros arbitrales, el cruel travesaño o el odioso poste; perdíamos por malos para la pelota y buenos para el copete y las putas.  

No sé cuál es la idea de mentirnos día a día, de buscar lo que no existe, de creernos lo que no somos, de ilusionarnos con fantasías que supuestamente otros nos impiden hacer realidad.

Todo podría ser mucho más fácil si tan solo no fuéramos como somos… Pero eso es otra ilusión, y no vale la pena soñar con hacerla realidad.

8 comentarios:

  1. Triste realidad, Máximo, y lamentablemente, muy bien descrita ..... pero es lo q hay, y awevonadamente me gusta estar en este mi país, esperando el milagro (¿existen?) d q la cosas cambien pa mejor, y no q al contrario, la bacteria q infectó a Cubazuela nos la inoculen y nos obligue a pensar en emigrar como a tantos desdichados q ahora golpean nuestras puertas .........

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    1. Es nuestra forma de ver las cosas, no tiene mucha vuelta

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  2. Lo que se desprende que Chile siempre ha vivido en las nubes.

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    1. Claro, siempre, no como en Cataluña, una eterna provincia con aspiraciones de pais. Jajajaja.

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    2. Si Máximo mucho jaja pero en comparación según Pib Cataluña es mas rica que Chile y sólo es una provincia.

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  3. Y como dice el dicho en elmundo de ciegos el tuerto es rey.

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