Si el amante
de su señora esposa considera que usted es una gran persona, abnegado padre de
familia, de sólida condición moral e intachable historia personal, usted debe
apoyar al amante de su señora esposa, después de todo, el hombre piensa igual
que usted. Además, comparten los mismos afanes ¿Qué más se puede pedir?
Si el
gobierno del Merluzo anuncia que no persistirá en cambios constitucionales,
llena aviones con venezolanos malacatosos, nos advierte de un 2024 con un “gabinete
con sello reactivador para que Chile vuelva a crecer”, amenaza a los criminales
con las penas del infierno y además pasea en bicicleta, debemos apoyarlo, ya
que se ha transformado en un presidente de derecha respetuoso del medio ambiente.
Y si el mismo personaje anuncia que el presupuesto 2024 contiene "más de
mil modificaciones para elevar los estándares de probidad y transparencia",
pues solo nos hará falta abrazarnos y cantar la canción nacional a coro de
multitudes.
Las mamás
muchas veces, y los papás en algunas ocasiones, suelen decirles a sus hijos que
cuando sean grandes serán afamados cardiólogos, terribles astronautas, ilustres
abogados de la plaza y, por qué no, presidente de la república. Si el Merluzo pudo,
como no va a poder corazoncito de mami.
Para lograr lo
anterior, bastaría con anhelar una meta imposible, una meta ubicada en lo mas
alto de las estrellas y en lo mas bajo de la razón. Si usted, hijo mío, es
capaz de colocarse una meta muy pero muy alta, tal vez no la logre jamás,
aunque podría llegar lo mas lejos posible. Esta tesis debe ser la mejor manera
de formar a grandes frustrados, a tremendos inconformistas, a terribles
envidiosos y a unos pobres tipos que sueñan con tener lo que no se tiene, vivir
donde no se vive y ser lo que no se es, mientras pretenden estar donde no se
puede estar.
Anunciar la
novedad del año para los regalones, o la gran e irresistible oferta para la
dama y el varón, generalmente surte efecto. No tengo claro si esto se debe a
que el respetable público lo cree o mas bien necesita creerlo, sin embargo,
nunca ha pasado de moda, y por algo será.
A veces tiendo
a creer que las mentiras son necesarias, que sin increíbles ilusiones la
realidad suele ser más que difícil de soportar ¿Se imaginan un mundo sin falsas
ilusiones? Tal vez sería absurdamente invivible.