VOZ: ¿Don Venancio?
DON VENANCIO:
¡El mismo que viste y calza, iñor!
VOZ: Oiga,
don Venancio, ¿se acuerda de mi tío?
DON VENANCIO:
Si poh oiga, como no me voy a acordare de su tío, patrón ¿El hermano de la finadita
misiá Bernardita?
VOZ: El mismísimo.
Oiga, mi tío va a ir a buscar la yegua que tenemos amarrada en el álamo huacho del
potrero. No se extrañe si no lo conoce, va a ir con los sobrinos y disfrazado
del pato Donald, porque de ahí se van a una fiesta de disfraces del colegio de
los cabros chicos. Usted le pasa la yegua nomás. Y de paso las tres vacas
paridas con las crías y todo. Se los carga en el carro del tractor para que se
las lleve.
DON
VENANCIO: ¿Se van a llevar el tractor también?
VOZ: Sí.
DON
VENANCIO: Así será, patrón ¿Eso sería nomás?
VOZ:
Aproveche y le pasa los 50 sacos de semilla de alfalfa y las herramientas.
DON
VENANCIO: ¿Todas las herramientas, patrón?
VOZ: Sí, todas.
A LA MEDIA
HORA…
PATO DONALD:
¿Cómo está, don Venancio? ¿Se acuerda de mí?
DON
VENANCIO: ¡Si poh!, como no me voy a acordare de usted, don Donald.
PATO DONALD:
Aquí estamos para llevarnos el encargo. Le presento a mis sobrinos, Hugo, Paco y
Luis. Trajimos también a Tribilín para que nos ayude a cargar.
DON
VENANCIO: Ah no, aquí vamos a tener un problema, el patrón no me dijo ná de don Tribilín
pueh.
PATO DONALD:
No se preocupe, llamemos al patrón, si él lo conoce.
DON VENANCIO:
¡Aló, patrón!
VOZ: Dígame,
don Venancio.
DON VENANCIO:
Como que tenemos un problema, patrón, aquí está don Donald con sus sobrinos,
Hugo, Paco y Luis, pero llegaron con un tal don Tribilín, uno flaco y alto con
caracho de perro, y a ese no lo había visto nunca por aquí, debe ser ajuerino ¿Lo
dejo entrar?
VOZ: Sí, déjelo
entrar nomás, don Venancio. Él va a buscar la caja fuerte, la escopeta, los
computadores, el refrigerador y el dron.
DON
VENANCIO: ¿Y donde le echamos too eso, patrón?, si ya le tengo el carro
cargadito hasta las cachas, oiga. Aquí no cabe naa mas poh.
VOZ: No se
preocupe, va a ir un Uber para allá a buscar el resto de las cosas.
DON
VENANCIO: Ah ya poh. Haberlo dicho antes.
PATO DONALD:
¿Cómo le fue, don Venancio?
DON
VENANCIO: Bien pueh, pasen nomás. Don Tribilín, pase a la casa y se lleva las
cosas. Le van a mandar un Uber.
TRIBILÍN:
Altiro…
QUINCE
MINUTOS DESPUÉS…
DON
VENANCIO: Oiga patrón, le pedí el teléfono a don Donald y lo llamo otra vez
porque don Tribilín también está sacando unas lámparas, el jarrón chino de la
patrona, y dos bolsas del Jumbo llenas con no sé qué cosa más.
VOZ:
Tranquilo don Venancio, si eso es para la caridad, lo llevan al Hogar de
Cristo.
DON
VENANCIO: Ah ya poh, haberlo dicho antes, patrón, no ve que uno ve caras, pero
no corazones.
VOZ:
Tranquilo hombre, si todo está bajo control.
DON
VENANCIO: Eso si poh patrón, está todo bajo control, como debe ser. Mire que la
gente está tan mala, oiga.
PATO DONALD:
Ya don Venancio, estamos listos con todo, muchas gracias.
DON
VENANCIO: De nada pueh. Usted ahora corta para la izquierda y dos kilómetros más
allá sale a la carretera, derechito nomás.
CINCO
MINUTOS DESPUÉS…
DON
VENANCIO: Ya patrón, lo llamo para decirle que se llevaron too
PATRÓN: ¿Qué?
DON
VENANCIO: Don Donald, los sobrinos y el cara de perro. Se fueron cargadiiiitos.
PATRÓN:
¡¡Que!!