Y 50 AÑOS DESPUÉS...

Como diría un hípico, entramos en tierra derecha. Se acerca la conmemoración de los cincuenta años del golpe de estado o pronunciamiento militar, como quieran denominarlo, a mi me da igual ya que soy una persona práctica. Lo importante es que funcionó ¡Y vaya que funcionó! Funcionó tanto, que el populacho bárbaro ha preferido la constitución del dictador antes que el esperpento demencial de los salvadores de la patria, descendientes directos del gobierno upeliento.

 

Es que no hay nada como un billetito en la mano, lo demás es música. Es que no hay nada como un fondito de pensiones propio, fuera del alcance de las sucias garras de los señores políticos. Es que no hay nada mejor que vivir bien, ya que la alternativa es vivir peor. Es que no hay nada mejor que su casita propia, su negocio propio, su independencia. Es que no hay nada mejor que el capitalismo, y los chilenos, acostumbrados durante generaciones a vivir de mala manera, lo sabemos.

 

No lo saben, o lo saben y no les importa a esos hijitos malcriados de sus papis que fueron a colegios de cura y clavaron tablitas en el techo, pero que le vamos a hacer, el buenismo de la mala gente siempre ha sido un escollo para el desarrollo de los demás y debemos considerarlo un hecho de la causa, así ha sido diseñado por curas rojos que fundamentan su razón de existir en la propagación y mantención de la pobreza. Hoy vivimos en medio de una nueva religión roja sin Dios que busca los mismos fines. Ambos grupos son aliados.

 

Dicho lo dicho, no debemos confundirnos, los enemigos del capitalismo y del nuevo Chile refundado a partir del glorioso 11 de septiembre de 1973, no son precisamente los rojos laicos y confesionales, nuestros enemigos son los grandes empresarios coludidos con el poder du turno, los mismos que se opusieron a la apertura económica del gobierno militar, temerosos de perder sus beneficios acumulados durante décadas de estado interventor; los mismos que se han coludido criminalmente en complicidad con autoridades que lo han permitido, los mismos que han colaborado con entusiasmo en la destrucción del sistema de libertades creado a partir del 11/09/73. Nuestro principal enemigo es la corrupción.

 

No debemos olvidar que solo es posible defender una nación, una legislación, un “modelo”, si este cuenta con un amplio apoyo entre la gente. No es posible defender y validad socialmente un estado socialista de amigotes, ni un capitalismo elitista de amigotes.

 

Solo podrá existir una república sana que proteja la vida, la libertad y la propiedad de todos, el día en que todos hayamos ganado algo, y, por lo tanto, todos tengamos algo que perder, y por ende todos tengamos algo que defender de la barbarie.