Venezolanos
a navajazos en plena calle; colombianos disparando desde el asiento trasero de
una moto; hordas de haitianos defendiendo a machetazos un puesto en las aceras
de Estación Central. Todos los días aparecen muertos en las calles, unos a bala
otros a cuchillo, y eso es solo solo lo que sale en la televisión ¿Ustedes
creen que los asesinatos diarios en las poblaciones aparecen en las noticias?
No habría noticiero que aguante con solo una hora al día a su disposición
¡Pero
cuidado! Claramente la gran mayoría de los inmigrantes son gente normal, ni peor
ni mejor que los chilenitos que arruinaron su propio país en nombre de “los
ricos nos roban” ¿No me creen? Pues agreguen a los que matan y queman a diario
en el sur ¿Esos son venezolanos, colombianos y haitianos? No pues, son
chilenos, aunque puedan haber sido reforzados ocasionalmente por algún
comandante de las Farc.
¿Cómo se
arregla esto? Simple: No se arregla ¿Quién lo va a arreglar, si unos son cómplices,
a otros les da lo mismo y los otros tienen miedo? Históricamente estas cosas
siempre se arreglaron después de una matanza, pero esas cosas ya no se usan,
los tiempos de Twitter y Facebook han llegado.
Solo miren
hacia Brasil y México, o infórmense sobre la vida diaria en El Salvador,
Honduras o Nicaragua ¿Qué me dicen de los barrios de negros en Detroit,
Baltimore o Saint Louis? Caracas debe ser algo parecido al caos
institucionalizado y legalizado en nombre de los pobres y desarrapados de este
perro mundo ¿Saben cuántos cientos de miles de blancos han abandonado Sudáfrica
desde el advenimiento al poder de los negros? Y podríamos seguir…
Habrá que
acostumbrarse cabritos. Nada de carretes nocturnos; nada de conducir autos
caros; nada de ostentar no se que cosa entre gentuza. Eviten problemas. Traten,
aunque cueste, de evitar encontronazos con vecinos, empleados o quien sea, miren
que por dos o tres gambas uno de nuestros distinguidos turista con residencia
permanente puede dejarlos de patitas en el infierno.
Como nadie
hará la limpieza que se manifiesta urgente e indispensable, debemos cuidarnos
solitos, y la mejor manera de cuidarse es no meterse en nada. Tampoco están los
tiempos para defenderse de algún delincuente víctima del heteropatriarcado o el
capitalismo, y si no me creen, recuerden al gringo de Reñaca.
Chileno que
arranca, sirve para otra guerra.