ESTÚPIDOS

De todas las estupideces que se oyen por estos días en esta comarca a medio incendiar, que son muchas y variadas, la mayor de todas es “aprobar para reformar”, y lo es por una obviedad, si la gente que redactó esta constitución por amplia mayoría no hubiese querido que dijera lo que dice, no diría lo que dice, sino otra cosa. Usted puede votar apruebo, rechazo, o rechazo con la idea de reformar lo que esta gente que controla la convención redactó a su antojo. Es sencillamente estúpido pensar en aprobar para reformar, y eso es lo mas peligroso, ya que la mayoría de los chilenos son estúpidos y pueden optar por esa estupidez.

 

Lo digo con abrumadora evidencia que me respalda. Si la mayoría de los chilenos no fueran estúpidos, no habrían demolido el mejor país de Latinoamérica, y menos aun le hubiesen entregado el destino de Barbarilandia a la horda multicultural, multinacional, multirracial y multisexual disfrazada de cosas raras, como dinosaurios, indios, personajes de comic y, los mas peligrosos, disfrazados de intelectuales-regala-cosa-ajenas y otros de santurrones tambien regala-cosas-ajenas. Pero así fue, ergo, las cosas son como digo.

 

¡Compatriotas!, ¡estúpidos todos!, no osen votar apruebo para reformar lo irreformable, ya que deberán vivir con el karma de haber sido aún más estúpidos de lo que aparentan, incluso más de lo que ustedes suelen sospechar de vez en cuando. Si les gusta el chuchoqueo constitucional, voten apruebo a secas, y punto final. A mi me daría vergüenza ser considerado estúpido entre los estúpidos, con ser visto como un estúpido a secas es más que suficiente, incluso les puede servir para pasar desapercibidos, y siempre es factible invocar la desgracia ajena como norma de comparación, pero, destacar por su estupidez por sobre el promedio de estúpidos es indefendible, incluso entre conversación de curados.

 

Además, si alguno de ustedes, haciendo alarde de su avanzado estado de estupidez, votan apruebo con la intención de reformar lo irreformable, no podrán reconocerlo públicamente por una razón que procedo a explicarles. Si votan apruebo a secas y queda la cagada en el país (que va a quedar, se los aseguro), no podrán decir que votaron apruebo sin ser considerados unos estúpidos, pero, si en un intento de descargar responsabilidades le comentan a su interlocutor algo así como: ¡No, si yo voté apruebo, pero para reformar!, lo van a mirar de arriba abajo, le sonreirán compasivamente, y al despedirse de usted se irán comentando lo estúpido que es, diciéndose entre ellos algo así como: Chucha, nosotros la cagamos, pero este weón se pasó”.

 

En consecuencia, estimado compatriota estúpido, no intente perfeccionar sus talentos, menos aún en este momento tan crucial para la patria. Y recuerde siempre que no es conveniente apresurarse, tiene toda una vida por delante para demostrar ante sus semejantes, su familia y el espejo de su baño, lo estúpido que es. Sea estúpido, pero no abuse.