Jueves 22 de
septiembre, 14:10 hrs, Calle Serrano S/N, Barrio de Salamanca, Madrid.
Javier: Hola.
Hôtesse: Buenas
tardes, señor, ¿tiene reserva?
Javier:
¡Chiiii!, soy el embajador de Chile, loka. Mira, aquí dice, ¿lo veí?
Hôtesse: Lo siento,
señor. Por favor, pase por aquí.
Javier:
¡Chiiii!, la ondita.
Hôtesse: ¿Le
parece bien esta mesa?
Javier: Sí,
igual poh. Queda cerca de la salida, por si te hago perro muerto ¡¡Yaaaaaa!!
¿Guena la talla, ah? No loka, tranquila, si ando dulce, paga Chile.
Hôtesse: Con
su permiso, señor.
Javier: Dele
nomás.
Maître: Bienvenue
monsieur, puis-je vous proposer quelque chose?
Javier:
¡¿Ah?! No, si quiero almorzar nomás. Algo rapidito ¿Tiene langosta?
Maître: Sí,
señor; puedo ofrecerle langosta thermidor.
Javier:
¿Pero es contundente? Así como un buen plato.
Maître: Ehhh…
Contiene homards, oignon, beurre, Cognac, Moutarde de Dijon, sauce béchamel,
fromage Gruyère, fromage parmesan râpé, persil haché, sel et poivre.
Javier: ¡Ah
ya! Ya tráigala nomás, para probarla ¿Puede ser a lo pobre?
Maître: Lo
siento, señor, no lo entiendo.
Javier: No,
mejor tráigame una porción de papas fritas medianas, una porción de empanaditas
de queso, y me agranda la bebida ¿Agrandan la bebida aquí? Y si tiene kétchup me
trae porfa, pa´las papas.
Maître:
Señor, permítame sugerir un chardonnay de Bourgogne. Tal vez un Côte
Chalonnaise, o si lo prefiere un Grand Cru de Criots-Bâtard-Montrachet.
Javier: Ya,
bueno, y si tiene zero mejor.
Maître:
¿Señor?
Javier: Ya, tráigalo
así nomás, lo que tenga ¡Ah! Y estoy esperando a una señorita, se llama Antonia,
pa´que la dejen pasar. A mi casi no me dejaron pasar, no sé por qué. Casi me
discriminaron. Y queeee, si recién me habían visto. Soy el embajador de Chile
poh.
Maître: Oui
Monsieur, avec votre permission.
Javier: Oiga,
¿tiene baño que me preste?
-El Maître
le indica la dirección de la toilette con una seña-
Javier:
¡Bacán! Hace caloooorr, me voy a mojar un poco la cabeza.
Quince
minutos más tarde…
Antonia: ¡¡Llegueeeé!!
Javier: ¡Weeeenaa!,
te estaba esperando.
Antonia: Oye
que me costó llegar. Pensé que era en el McDonald’s. Tú me dijiste que era un
restaurante francés ¿McDonald’s es francés? Nunca he sabido eso. Es por lo de
la coma que tiene al final, ahí es como que me confundo.
Javier: No
poh, si es gringo.
Antonia: No,
si yo se que es gringo, pero me suena a como de origen francés.
Javier: Ah,
puede ser. Oye, cuéntame como te fue en el funeral.
Antonia:
Estaba la cagá ¡Llena la weá, loko! Repleto. No se que le encontraban a la
vieja, ni que fuera la Madonna o la Kim Kardashian ¡Y eso no es ná, te morí!
Javier: ¿Qué
pasó?
Antonia: Cuando
llegué pensé que me había equivocado. La llevaban en una carroza y detrás iban
todos los pacos cuidándola. Pensé que era un funeral narco.
Javier: ¿Y disparaban?
Antonia: No weón,
menos mal que no, yo estaba atacada.
Javier: Brígida
la weá.
Antonia: ¡Caleta,
loko!, caleta ¡Ah!, mira las selfies que me saqué. Y justo cuando estaba sacándolas
aparece un paco de chaqueta roja con un sombrero negro de este volao a decirme
que no se podía sacar selfies. Y yo le dije ¡Que!, ¿acaso el teléfono es de voh
weón? Si no te voy a gastar a la muerta por sacarle una foto al cajón. Y además
soy la Canciller de Chile, le dije.
Javier: ¿Y
que te dijo el paco?
Antonia: Ni
me pescó el culiao.
Javier:
Ahhh, si estos weones son así en todas partes loka, por eso hay que refundarlos
a los weones.
Antonia:
Mmmmm….
Javier: Si
poh.
Antonia:
Oye, ¿ya pediste? Vengo cagá de hambre.
Javier: Sí,
pedí langosta con papitas fritas, unas empanaditas de queso y una bebida, pero
no se cual es, parece que debe ser una marca local porque nunca la había escuchado.
Igual pedí que la agrandaran.
Antonia: Yo
creo que la deben agrandar por un euro, o menos.
Javier: Si
poh, igual vale la pena.
-Diez
minutos después…
Serveur: Excusez-moi
madame, monsieur: Homard Thermidor; pommes de terre frites; empanada au fromage,
et chardonnay Grand Cru de Criots-Bâtard-Montrachet. Y kétchup…
Antonia:
¡Oh, se ve rica! Yo quiero una igual ¿Le puede agregar una porción de aros de
cebolla?
Serveur: Ehhhh,
¿pardon, madame?
Antonia: Ya,
no, tráigame una igual nomás.
Serveur: Oui,
madame.
Javier:
Igual te convido de esta por mientras.
Antonia: Ya
poh. Mmmmm, oye que está rica. Se parece a la jaiba, aunque la encuentro un
poco más seca.
Javier: Échale
kétchup.
Antonia: A
ver… Mmmm, sí, ahí cambia, parece tutito de pollo.. Como que el kétchup todo lo
cambia, ¿oh no? Una chelita hubiese venido bien, opero este vinito está heladito
igual. Mi papá hacía uno parecido, pero con durazno ¿tendrán durazno aquí para
echarle un poquito? Tiene un sabor parecido al Gato Blanco, pero al de la
botella chica si poh, no al cartoné.
Javier:
Mmmm, oye que está rica la cascarita. Mira chúpala, como que guarda todo el
sabor.
Antonia: A
ver. Oye sí, mmmm. Déjame ese pedacito. Está sabrosa, ni siquiera necesita
echarle kétchup. Está buena la comida, pero como que el local es un poco fome, le
hace falta música, un poco de ambiente.
Javier: Tal vez
en la noche ponen música.
Antonia:
Como en el Bella.
Javier: Si
poh. Yo creo que los franceses son así. Estos weones también tuvieron un imperio
extractivista.
Antonia: Eso
debe ser.
Antonia:
Oye, la weona de la entrada no me dejaba entrar, me preguntó quien soy.
Javier: A mí
me pasó lo mismo. Debe ser facha la weona.
Antonia:
Seguro, estos fachos pobres son todos iguales, se creen la gran cosa y son mas
rotos que la chucha los culiaos.
Javier: Y
aweonaos. Hay que ser muy aweonao para votar rechazo. La media oportunidad que
les dimos a los weones y prefirieron hacerle caso a las fake news.
Antonia: Son
muy rotos estos weones, además les falta cultura, les falta mundo. Imagínate a
un facho pobre aquí en este restaurante, no sabrían que hacer. En su vida deben
haber comido langosta los giles, seguro botan la cascarita, que es lo mas rico.
Oye, faltaron servilletas ¿El caballero podrá traer mas servilletas? Con la
chupá de la cascarita ensucié toda la servilleta.
Javier: ¿Y
que más le podís pedir a estos weones? Como a la facha pobre de la entrada. Se
nota que es facha la weona. Debe ser de las vive en una población y jura que es
condominio porque le pusieron reja al pasaje.
Antonia: No
le dejís propina a esa galla.
Javier: No, a
esa no.
Antonia: A los otros dos caballeros si, atendieron
bien, no les entendí ni una weá de lo que decían, pero trajeron todo lo que les
encargamos.
Javier: ¿Cuánto
les dejo, unos dos Euros?
Antonia: ¿A
cada uno?
Javier: Uno
a cada uno.
Antonia: ¿Pero
los podís rendir en la embajada?
Javier: Si
poh, si soy el embajador, ¿o no se nota?
Antonia: Entonces
déjale diez Euros a cada uno, pero menos a la mina.
Javier: Ya.
Antonia:
Somos buena gente nosotros.
Javier: Sí,
pero estos weones no lo agradecen
Antonia: Es
que son muy ignorantes, no entienden que todo lo hacemos por su bien.
Javier:
Mmmm.
Antonia: Pero
a esa facha culiá no le dejís nah.
Javier: No,
a esa weona no. Le pasó por facha.
Antonia:
Mmmm.
Javier:
Pucha que está rica la cascarita ¿Habrá mas servilletas?
Antonia: Si,
es como la mejor parte, la carne es como un poco seca, si no fuera por el kétchup…
¡Caballero!, ¿me trae mas servilletas?