EL PELIGRO DE COMPRAR EL PAN

El Macaya asegura que tiene la fórmula para solucionar todos los problemas de la república en pelotas, por lo tanto, no teme que pueda ser tildado de “traidor”. Tranquilo, Javier, la ex derecha ya no puede traicionar a nadie, eso ya sucedió: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2022/09/25/1073773/macaya-y-proceso-constitucional.html

 

¿Saldrá algo bueno de la cabeza del autodenominado traidor? Pues habrá que ver con que nos salen esta vez. Yo no confío en ninguno que alguna vez le haya dado la mano al payaso, y de confiar en alguien, estoy mas cerca de hacerlo en algún amarillo, algún rojo decente, e incluso en algún rosadito pálido.

 

En lo que concuerdo con Macaya es en que debemos cerrar este asunto porque no da para más, y como el respetable publico no aceptará que el panfleto sea redactado por los parlamentarios que acaban de elegir, sino por otros políticos que están por elegir, pues que así sea ¿O que quieren entonces?

 

En otro tema, la Fiscalía asegura que las encerronas han aumentado. Por su parte, el sheriff de este gobierno de atorrantes nos jura que tienen todo controlado, y que los delitos disminuyen. Me imagino que la Fiscalía alega aumento de delitos para así conseguir mas presupuesto, es decir, mas peguitas, y el gobierno nos asegura que han disminuido para poder conseguir más apoyo encuestocrático -cada uno mata a su toro-.

 

Mientras tanto, los delitos son los que los delincuentes alcanzan a cometer, ya que el día tiene solo 24 horas, y ante eso aun no se ha encontrado una solución, ni cosmológica, ni plurinacional, ni multicultural, ni con perspectiva de ninguna clase. Veremos que puedo hacer la nueva convención al respecto, en una de esas nos encontramos con un nuevo calendario, al más puro estilo revolucion francesa. O quizá logren que amanezcamos mas temprano y se oscurezca con luz del sol para evitar delitos flagrantes. Los ejercicios democráticos todo lo pueden, incluso aquello.

 

Ayer llamé a mi tía de Viña por su cumpleaños. Lo primero que me preguntó es si me guardo temprano o llego de noche, obviamente preocupada por portonazos y encerronas. Pues yo no salgo de noche, ni llego a la casa de noche, es más, intento por todos los medios no salir de día, al menos mientras quede pan en la caja del mismo; ya saben que la necesidad tiene cara de hereje.

 

Salvo razones de fuerza mayor, esa razón de mierda que todo lo estropea (tal vez la nueva convención debiera prohibirlas), intento que mi única salida diaria sea a buscar al cabro chico al colegio, aventura que aprovecho para pasar al supermercado que queda a dos cuadras. De no ser así, la panadería y el almacén cercanos cumplen con la misma función.

 

Si tan solo viviéramos en un país civilizado donde impere el respeto a la ley justa, a ningún ser humano que mantenga un sano juicio debiera importarle lo que sucede mas allá del supermercado mas cercano a su domicilio. Lamentablemente Barbarilandia no cumple con los requisitos necesarios, compatibles y deseables para una vida civilizada y sin sobresaltos, algo que viene sucediendo, aproximadamente, desde el 11 de septiembre de 1541, infausta fecha en que Michimalonco y miles de sus seguidores, intentaron el primer “estallido social” de este lupanar con vista al mar, que solo puedo ser repelido por la mujer más importante de nuestra historia, la sin igual Inés Suarez.  

 

Es la vida en la gran ciudad.