TODO TIENE UNA EXPLICACIÓN

Decídanse de una vez por todas. Recuerdo que hace muchos años los expertos que todo lo saben y lo que no lo comentan en televisión o escriben en un paper, nos amenazaban con un “enfriamiento global”. Algo no funcionó en el plan perfecto y cambiamos a “calentamiento global” (detalles). El problema se suscitó debido a que nunca quedó muy claro si nos enfriábamos o nos calentábamos, por lo tanto, en un intento de que el plan perfecto funcionara a todo evento, nos informaron, los mismos expertos y sus jefes políticos, que en realidad todo fue una incómoda confusión, y desde algún momento a otro presenciamos la llegada del “cambio climático”, frase célebre apta para enfriamientos y calentamientos, no importando la dirección del cambio ¿Llueve en Sri Lanka?: Cambio climático ¿Sequia en Camerún?: Cambio climático ¿Sube la temperatura en California?: Cambio climático ¿Baja la temperatura en Quilicura?: Cambio climático. Si todo cambia, es cambio climático, y si nada cambia, es cambio climático. Parecía el plan perfecto.

 

¡Pero algo sucedió!, y el plan perfecto que al tenor de las sucesivas modificaciones demostró no ser tan perfecto, sufrió nuevas modificaciones, me imagino que firmadas por los mismos expertos autores del enfriamiento, el calentamiento y el cambio. Desde hace un tiempo he leído al pasar sobre “emergencia climática”, emergencia que puede aplicarse a lluvias, truenos, sequías, calores y fríos de todo tipo y en toda circunstancia. Emergencias son emergencias y no estamos para bromas.

 

Algo sospecho, aunque no se si la emergencia climática se aplica solo a Barabrilandia, a todo el mundo, a parte del mundo, o los políticos y expertos en estas cosas lo aplican a cada país dependiendo de las circunstancias. Tal vez algún experto lo pueda explicar mejor que yo, un simple opinólogo inexperto, sin publicaciones indexadas ni citas de otros autores tan inexpertos como lo soy yo. Al parecer la emergencia climática es una certificación estatal del cambio climático, algo así como pasar el cambio climático por notaría, ,o que evidentemente buscará entregar poderes omnímodos a los señores políticos debidamente asesorados por escribidores de papers ¿Tal vez un impuesto por la emergencia climática? No es mala idea. 

 

Las últimas lluvias que han caído sobre Barbarilandia, han enmudecido a todo tipo de expertos, y los entiendo, negocios son negocios ¡Pero cuidado!, recordemos que el plan es perfecto y los cambios solo han perfeccionado aun mas el plan perfeto inicial.

 

Por ejemplo, que hasta el año pasado e incluso hasta hace unos pocos meses nos advirtieran sobre la inevitable desertificación del país hasta un punto no muy bien definido ubicado entre Temuco y Punta Arenas, no quiere decir que la predicción fuese equivocada. Me explico: Que esté lloviendo a la antigua no significa que continuará siendo así hasta el fin del invierno, y por supuesto tampoco significa que no continuará siendo así. Todo va a depender del tipo de cambio y el tipo de emergencia climática a que nos estemos enfrentando.

 

Me explico una vez más: Si por esas cosas de la vida, los cambios climáticos y las emergencias, las lluvias de este año resultan ser normales, no implica que las del próximo año tambien lo serán; es más, si este año llegara a ser seco, eso no implica que el próximo año tambien lo sea. Supongo que queda claro, ya que en eso consistió el cambio de nombre desde enfriamiento, a calentamiento, a cambio y luego a emergencia climática. Y eso no es todo: Estos cambios no son lineales, es decir, por algo es un cambio. Además, son de largo plazo, digamos veinte o treinta años, tal vez cincuenta o hasta fin de siglo, tiempo suficiente para que expertos en la materia continúen publicando papers, aportando conocimiento en revistas indexadas, jugando a “tu me citas y yo te cito”, viajando gratis a exponer en Dubái, Paris, Nueva York o Bali, y jubilando cómodamente mientras nos advierten que el tiempo, tal vez después de que hayan partido a un mundo mejor sin cambios ni emergencias, les dará la razón.

 

Todo tiene una explicación, obviamente.