¿Y ESTA VEZ QUE PASÓ?

No sé cómo esta gentuza pretende regentar Barbarilandia, si cada vez que intentan un acuerdo frente al gobierno de atorrantes, no lo logran. Un cuarto fracaso consecutivo (están invictos), seguido de un show de escupos y difamaciones entre la ex derecha, adornan su nuevo y merecido desprestigio. No sirven ni para defenestrar a un elemento tan maligno como el Ávila.

 

El ministro de educación, Marco Antonio Ávila, es a estas alturas ante el populacho bárbaro, víctima inocente de una despiadada e injusta acusación constitucional en su contra por ser homosexual. La acusación se basaba principalmente en la degenerada agenda de educación sexual, e irregularidades en la Junaeb. Si no lo pueden sacar por estas razones, no lo pueden sacar por nada más. 69 votos a favor y 78 en contra ¿Quién era el encargado de calcular la posibilidad de triunfo?

 

También pasaron por el mismo proceso Izkia Siches, exministra del Interior; Marcela Ríos; exministra de Justicia; y Giorgio Jackson; actual ministro de Desarrollo Social. Puros fracasos, lo que denota incapacidad, atolondramiento y poca inteligencia entre la horda nuevoderechista. Lo que pudo haber sido exhibido ante el respetable público como una limpieza gubernamental, termina siendo un triste y decadente espectáculo que se vuelve contra la actual oposición.

 

En la ex derecha, siempre cobarde hasta el límite, culpan del descalabro a las declaraciones de Marcela Aranda en la comisión revisora de la Cámara, y las de la diputada María Luisa Cordero, en su programa de radio. Siempre existe la posibilidad de sacar las castañas con la mano del gato ¡¡No vayan a pensar que somos homofóbicos!! Oh, Dios mío, ¡¡qué horror!! Nosotros somos muy buenos, transversales, ecológicos, resilientes, amorosos, y de cabros chicos clavamos tablas en el techo con el padre Berríos ¡Es más!, estamos a punto de adoptar a un negrito y pololear con Ricky Martin ¡¡Somos tan buenos!!

 

Pero esto a mi no me interesa mayormente. Lo que me interesa es comentar la enésima actuación de Evópoli en casos donde siquiera se roce la posibilidad de equivocarse en el campo de la homosexualidad y sus derivados, llámese matrimonio homosexual, derechos de travestis, leyes de identidad de género, adopción homosexual y todo el resto del discurso woke en este campo. Supongo que cada uno de ellos invierte parte de su fortuna en acciones de Disney y Netflix.

 

Cada vez que entramos en este asunto, los fulanos de Evópoli enloquecen. Reaccionan peor que si les hubiesen robado su fortuna o fornicado a su madre en público. Principalmente si les hubiesen robado su fortuna, lo de la madre no sé si les afectaría tanto como un discurso supuestamente homofóbico.

 

He llegado a la convicción desde hace bastante tiempo, que Evópoli defiende una agenda de género que no ha aclarado a sus votantes, que no tiene nada que ver con su definición de supuestos liberales, esto va más allá de eso. No sé si se trata de un grupo mayoritariamente homosexual, si reciben donaciones de algún organismo internacional dedicado al tema, si trabajan para el lobby gay, o si simplemente son agentes impulsores de este acápite de la agenda globalista en Barbarilandia. O una mezcla de todo lo anterior.

 

No es normal que cierren filas de manera irreflexiva cada vez que este asunto se comenta en público. No los veo con tanto afán en la defensa de indios, negros, mujeres, plantas, animales, pobres, inmigrantes ni delincuentes. Pero vaya usted a hacer algún chistecito o comentario sobre algún homosexual o travesti, que parecen un gato lanzado al agua helada, retorciéndose y chillando con escándalo.  

 

Estoy convencido de que tras esta agenda de Evópoli hay algo que desconocemos.