OLLAS MUSICALES

La gente le teme a la delincuencia, aunque votan por los comunistas. La gente le teme a la pobreza, aunque festejaban el 18/O como si no hubiera un mañana. La gente le teme a la inestabilidad, aunque mandataron a un séquito de atorrantes, fanáticos, delincuentes e ignorantes para redactar una nueva constitución (la anterior). A la gente no hay quien la entienda. Yo lo intento, aunque solo puedo concluir que, o son muy huevones, o son muy cínicos. A veces, muchas veces en realidad, me inclino por todas las anteriores.

 

A partir del 18/O se advirtió al respetable público que su odio parido contra “los ricos” (habría que definir quien es rico) solo los llevaría a más pobreza, y que los ricos, a pesar de todo, de alguna manera se las arreglarían para ser más ricos, mientras que los pobres terminarían siendo más pobres. Y ni hablar de la “sufrida clase media”.

 

Pues bien, no sé qué habrá sucedido con los ricos luego de cinco años de experimentos de mierda, supongo que ya no son tan ricos como lo eran antes de la fiesta en pelotas; lo que sí tengo claro es que la otra parte de la advertencia se ha hecho realidad, los pobres son mas pobres, digan lo que digan los datos de expertos a sueldo de los políticos; y la “sufrida clase media”, bueno…, esa si que la ha sufrido y la seguirá sufriendo; los ricos viven de su riqueza, y los pobres de las vueltas de la vida y el papá estado ladrón; la clase media, en cambio, esa que se abalanzaba a los balcones de su departamento con olla y cucharon en mano y en medio de los incendios reivindicatorios, ya es mas pobre, bastante mas pobre, y aun le falta caer bastante más, según mi intuición que suele acertar más que fallar.

 

No señores, quemar, robar, matar y saquear no es gratis, nunca jamás lo fue y nunca jamás lo será. Apoyar e instigar a que las hordas delincuenciales arrasen campos y ciudades tiene un costo, y ese costo es más pobreza para todos, especialmente para los agilaos de comunas de clase media que sueñan con una vida que, permítanme decirles, nunca obtendrán, debido a que los recueros son escasos y estos de encuentran en manos de los ricos y los pobres, mientras la “sufrida clase media” paga las cuentas de todos los demás.

 

No señores, esto no ha sido nunca ni será Finlandia, ni Nueva Zelanda, ni Bután ¿No ven la cara de indios que tienen los huevones? Mírense al espejo será mejor y analicen lo pencas, lo resentidos, lo envidiosos y los iracundos que son los muy imbéciles.

 

La clase media aspiracional y arribista ñuñoína, maipucina y otras (sí, esa de las ollas y los cucharones musicales) pretende hacer realidad algo imposible. No habrá una educación gratuita que los diferencie de los demás, ya que lo que todos pueden obtener no diferencia ni tiene valor alguno. No habrá una salud estatal que los atienda de maravillas, esa ya existe, no atiende de maravillas, y pueden adscribirse a ella cuando quieran.

 

No estimados, “lo social” no genera recursos, solo roba y reparte “lo que haiga”; hasta “que haiga”, claro. Así que aprueben en diciembre y métanse en cucharon por el orto, sacos de weas.