LA VIDA DE LOS OTROS.

El gran ojo de Joaquín Lavín todo lo ve. El Joaco tiene ojos y oídos en todas partes ¿Nos tendrá a todos identificados, como en aquellos buenos tiempos? Lavín está reclutando grupos de jóvenes idealistas menores de edad, quienes a cambio de dar un paso más hacia el paraíso terrenal, servirán de agentes encubiertos. La llamaremos Brigada Bacheletista-Aliancista.

Estas criaturas se apersonarán en las botillerías de Las Condes, tendiendo una trampa al vendedor. Le comprarán brebajes espirituosos esperando que el vendedor intente lucrar ¡Y zaz, el Joaco tendrá luz, cámara y acción garantizada! El Joaco está incitando al delito. Pronto hará deambular a lindas señoritas por calles y avenida de la comuna, esperando a que un pobre marido con el agua cortada caiga en la trampa intentado encontrar el verdadero amor. Drones cubrirán el sector. Inspectores municipales premunidos de lentes oscuros aparecerán en medio de la noche, se ocultarán en las esquinas, nos sorprenderán saliendo desde un basurero o disfrazados de palmera. Todo sea por buscar el bien común. El Joaco delira, alguien debe detenerlo a tiempo.

Claro que el Joaco no se las sabe todas, y su mente extraviada no lo deja pensar con serenidad. Reclutar a menores de edad para arriesgarlos en aventuras de inteligencia policial, enviarlos a antros de perdición exponiéndolos como carnada cual Serpico chilensis, no es normal. Nada de lo que hace el Joaco lo es. Lavín quiere pruebas en contra de comerciantes para cerrarles el local.

Lavín pretende llevarnos por el recto camino. Encendernos una luz que nos guie hacia la utopía, o al menos eso nos hace creer, yo pienso que es más bien parte de la pre campaña.

¿Sabe el Joaco que de prosperar el operativo, el comerciante será citado al Juzgado de Policía Local, y su agente encubierto menor de edad deberá oficiarlas de testigo, ratificando la denuncia? ¿O cómo piensa hacerlo? ¿Instalará micrófonos en la tienda y a un funcionario municipal dentro de una garrafa como testigos? Ni siquiera la declaración de Carabineros, quienes las ofician como ministros de fe, pueden ser consideradas como verdad absoluta en un tribunal, Quien lo diría, menores de edad participando, sin saberlo, en su pre campaña presidencial ¿Qué dirán los padres?

La familia del alcalde debe tomar cartas en el asunto. El papá no está bien, deben tratarlo con amor, asistirlo y llevarle galletitas al dormitorio. Cuéntenle historias de su pasado, recuérdenle sus años en El Mercurio, su paso por Chicago, el día en que conoció a la mamá y comenzaron a pololear. Muchachos, todos llegaremos a esa edad, unos en mejor condición que otros, pero para eso está la familia. Ánimo y suerte. De aquí un abrazo por los buenos tiempos. Fue bueno mientras duró.