CURIOSIDADES

Según la Convención Constituyente que ofreció Sebastián para salvar su poco digno trasero y, tal vez, solo tal vez, colocar la primera piedra de su mal parida estatua, sigue en curso de colisión con la democracia y todo tipo de racionalidad. Nada más comenzar elevaron sus ingresos en varios millones de pesos mensuales. Chile ya no es una república; no sabemos que podrá ser. El convencional Arancibia no puede participar en igualdad de condiciones ya que las autoridades morales de este país lo colocaron en el lado de los malos. Cada uno habla el idioma que quiere. Algunos se disfrazan de indios y otros de Pikachu. Aún no sabemos si respetarán el quórum de dos tercios o si lo respetarán a la chilena, es decir, si bien se respeta no se considera como norma, avalados por alguna huevada firmada por algún escribidor de papers, como el pelado ese que también lucha por su propia estatua.

 

Evidentemente que esto era previsible si recordamos el origen de la convención, un golpe de estado hipócritamente chileno. Derrocan al presidente, lo mantienen en su poltrona con tal de aparentar que aun gobierna y, modifican el sistema de gobierno a un parlamentarismo rasca de facto. De ahí en adelante se violenta y cocina la constitución en una olla a presión cada vez que desean legislar al ritmo de las cacerolas y las promesas electorales.

 

¿Qué hace la exderecha ante esta antidemocrática realidad? Algunos no hacen nada; otros se suman a la fiesta permanente; el convencional Arancibia anuncia medidas legales que ningún tribunal se interesará en conocer; la convencional Cubillos se transforma en la defensora de la doctrina, construyendo un altar donde venera sobre un pañito tejido a crochet los restos mortales del modelo; y la convencional Marinovic asume de manera definitiva su rol de la vieja loca del barrio, desempeñándose con singular prestancia en las artes de la pelea callejera, el corrillo de pasillo, el mechoneo y el revolcón en el piso. Toda una dama.

 

Mientras la izquierda actúa organizada (aunque no lo parezca) tras su única finalidad, a saber, contar con más dinero para robar y repartir entre los suyos, los derechistas y exderechistas que no vegetan en el excongreso no lo hacen mejor. Todos divididos, cada uno matando a su toro. Están los verdaderos liberales, los verdaderos libertarios, los verdaderos representantes de la nueva derecha, los verdaderos representantes de la derecha de verdad, los verdaderos patriotas, los verdaderos nacionalistas, los verdaderos conservadores, los verdaderos defensores del modelo, los verdaderos sociales y los que verdaderamente tienen calle. Cada uno con su boliche, dos o tres clientes, un timbre de goma y grandes ideas que a casi nadie le interesan.

 

En la vereda del frente observa detenidamente “la calle”, ahí están presentes quienes mas lo necesitan, la sufrida clase media, los emprendedores (ojalá sociales), todo tipo de minorías, los sujetos de algún derecho, el lumpen, un millón y medio de turistas mas o menos bien afincados y alguno que otro perdido en busca de su lugar en este perro mundo. Todos preguntándose lo mismo: ¿Quién da más?