sábado, 8 de septiembre de 2012

EL PAÍS DE LOS MONOPOLIOS.


Ricardo Lagos dijo en una ocasión: “Es mejor entenderse con 10 que con 100”. Pudo haber sido “con 5 que con 50”, no recuerdo bien la frase, pero da lo mismo. Se refería a “entenderse” con los empresarios, se llama corporativismo; es el concubinato entre el estado y los empresarios; es el término de la competencia; es la división del poder en dos, una parte para los que tienen el monopolio de la política, y la otra parte para los que tienen el monopolio de los negocios. ¿Recuerdan que cada ministro, parlamentario, sub secretario o superintendente de la Concertación que quedaba sin trabajo en el aparato publico, terminaba de director en una gran empresa monopólica, casi monopólica o coludida?. Bueno, es parte de lo mismo.

Los monopolios, solo son posibles si los crea o los permite el estado, con leyes que regulan, impiden, prohíben o dificultan la competencia; creando barreras de entrada; o simplemente mirando hacia otro lado mientras se forman. Todo sea por tratar de “entenderse con 10 que con 100”, que en Chile ha llegado a ser “entenderse con 1, 2 o 3 que con 100”.

La mayoría de la gente piensa que el objetivo de todo monopolio es cagar a los consumidores. FALSO. El objetivo único e indispensable, es impedir la competencia. Solo ahí, cuando hay certeza de que se es el único actor en un mercado, o se ha llegado a una colusión con su nuevo “socio”, se puede abusar de los consumidores.

Lamentablemente, en Chile todo el discurso de las autoridades y los medios de comunicación se resume en las palabras: “pueblo”, “ciudadanos”, “consumidores”, “pobladores”, “chilenos y chilenas”, “pobres”, y bla, bla, bla. ¿Lo han escuchado verdad?. Claro que si, es lo único que se escucha todo el día. El caso mas bizarro fue el de los baños y estacionamientos de Longueira.

La única forma de terminar con los monopolios es deshaciéndolos, y para eso hay que terminar con los privilegios, con las barreras de entrada a los mercados, y con las exigencias y prohibiciones artificiales a los pequeños y medianos comerciantes e industriales, que a mi entender, son producto del lobby de las grandes empresas que están coludidas con el estado, con el único fin de evitar la aparición de nuevos competidores.

Que alguien me demuestre como se terminarán los abusos, si las tres cadenas de farmacias que hay hoy, son las mismas que había ayer, y seguramente serán las mismas que habrá mañana. Algunos dirán: Con más regulaciones. FALSO. Las regulaciones son las que impiden la competencia.

Aparte de la acción deliberada del estado, las dos causas de los monopolios en el comercio son: Los acuerdos con los proveedores si estos no tienen competencia externa o no existe variedad de ofertas nacionales, y la peor de todas, las tarjetas de crédito del retail. Durante la semana seguramente escribiré sobre esto. 

6 comentarios:

  1. Ese es el tipo de sociedad que les gusta.

    Tres o cuatro empresas de cada rubro acompañadas con los grandes sindicatos.

    Queda claro que Ricardo Lagos nunca ha sido estadista. Sus palabras y otrass reflejan que no entiende el mercado. Habría que regalarle los libros de von Mises, von Hayek, entre otros. Además, lo único que tiene hacer el Estado es, pues, evitar los monopolios. ¿Qué tiene que hablar con los empresarios, a menos que se trata de una licitación y sea un megaproyecto?

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  2. Javier. Claro, y los grandes sindicatos, esa es la otra pata del corporativismo, claro que no muy poderosos para que no les quiten poder.

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  3. Por eso, detestan a José Piñera, pues le puso el cascabel al gato; cosa que no se ha hecho con los profesores y los funcionarios de la Salud.

    Parece que la nueva dirigente de la CUT desea volver a los grandes sindicatos.

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  4. Javier. De no ser por Jose Pinera (Pinera el bueno), el país estaría paralizado por la CUT y el PC.

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  5. Así, los últimos cuarenta años o sesenta años del viejo sistema político eran pan de cada las paralizaciones. Y como el gobierno de turno dejaba hacer esos, entonces era también pan de cada día, que tenían que recurrir a las FF.AA., para que el pais pudiese seguir andando. Luego se quejarían de los militares metidos en la política.

    Las FF.AA., reemplazaban a los funcionarios y trabajadores de las empresas del Estado. Antes casi todo estaba en manos de éste.

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  6. Javier. Así era la cosa. La CUT y el PC quieren volver a eso, pero yo no creo que ni la concertación quiera esa vuelta atrás de verdad. Acuérdate que ahora son todos socialistas para hablar y capitalistas para cobrar. Nadie quiere líos. Solo los comunistas están en esa.

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