viernes, 24 de abril de 2015

EL FIN DE LOS AŇOS FELICES.

Dejemos el payaseo por un rato y entremos en el área chica de las noticias, esas que no aparecen en los titulares de los diarios subvencionados por el gobierno de turno y los canales de televisión especialistas en farándula, volcanes, inundaciones, el “Alerzi”, el “Celia”, el “Pitbull”, topleras, recetas de comida sana y accidentes de tránsito.


Como pueden ver, el país está sufriendo las consecuencias de la farra que nos hemos pegado desde que don Joaquín Lavín se declaró Bacheletista-Aliancista, la Claudia exaltó al populacho bárbaro a exigir derechos salidos del sombrero (gobierno ciudadano le llamaron en aquella ocasión), Piñera quiso sobrepasar a la izquierda por la izquierda y la evolución de la economía mundial llevó al dólar a $450 y a la libra de cobre a US$4. El tiempo de la plata dulce que alcanzaba para todo se terminó.

El gasto desenfrenado de los últimos años, financiado por créditos baratos producto del relajo cuantitativo de USA, el cobre caro y la apreciación del peso, ya no es posible de mantener por una razón muy sencilla, de las tres condiciones que hicieron posible la fiesta de consumo, dos ya no existen y la tercera dejará de existir paulatinamente, y como el mercado se anticipa a todo, la crisis de los países emergentes que nunca emergen está aquí para quedarse.

Las empresas invirtieron recursos que hoy tal vez no logren rentabilizar, la gallá compró leseras como país en guerra, el estado cafiche nos regaló de todo utilizando nuestro propio dinero (que hoy ya es menos) y los impuestos obtenidos de un crecimiento económico basado en burbujas especulativas se esfumaron. ¿Qué nos queda?: Un nivel de vida que nadie quiere perder pero ya no es posible financiar.

Entonces nos quedan dos caminos, el que jamás se toma (bajar gastos) y el que siempre se toma (aumentar el endeudamiento), a la espera de una reactivación que no va a llegar porque no puede llegar, ya que el ciclo económico ahora nos es desfavorable y, como guinda de la torta, el país está embarcado en una utopía revolucionaria sin futuro.

Los aumentos de impuestos implican menos dinero para inversión o inversiones basadas en un mayor endeudamiento; y la menor recaudación implica un mayor endeudamiento estatal y/o una nueva alza tributaria para lograr financiar los derechos famosos y las promesas de campaña consistentes en más derechos famosos. Es un círculo vicioso que el populacho bárbaro aun no siente, pero que tarde o temprano se hará visible, incluso, para quienes no quieran verlo de cerca.


20 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡El último en salir que apague la luz por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. "Entonces nos quedan dos caminos, el que jamás se toma (bajar gastos) y el que siempre se toma (aumentar el endeudamiento), "......¡buena sintesis !

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  3. Shuuuuu, me deprimiste. Los años de circo le enseñan a uno que la fiesta, la farra en que estamos inmersos hace años de una u otra manera tiene que acabarse. Ninguna farra es eterna, a veces porque el cuerpo no da mas o porque se acabo el trago y el comistrajo, En un país, ocurre algo parecido, la plata dulce, la que alcanza para todo incluso para llenar el barril sin fondo que es el gasto social, un eufemismo, que es verdaderamente donde se meten las manos, tarde o temprano se tiene que acabar aunque los obnubilados por la borrachera de la farra no lo vean o no lo quieran ver, pensando que alguien podrá arreglarlo mas adelante y mientras tanto, para que terminar la farra.
    Lamentablemente como vamos parece que la farra se terminará, les explotará en la cara antes de lo pensado y ahí será el crujir de huesos y el rechinar de dientes.

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    1. Jajaja. Arriba ese animo. Aqui la fiesta ha sino mayuscula, todo es pedir y pedir sin limite, y eso en algun momento se debe pagar.

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  4. La ultima circular del ministerio de hacienda es un claro reflejo del período que estamos viviendo, parece una broma de mal gusto o la hipocresía más absurda.

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  5. El último titular que leí, es que Ministro de Hacienda le había quitado el piso a la Tesorería por estimar un bajo crecimiento.

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  6. Lo que tambien ocultan es acerca de la actual deuda externa y la comparacion de como era antes que empezaran a gobernar las garrapatas, lideradas por ese entonces por una garrapata con cara hipocrita y que tenia tendencia de regalar cubos de hielo nacionales al vecino.

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    1. Claro, si parte de esa deuda publica es deuda externa.

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  7. Pero como sera el endeudamiento de las empresas que el Paullman esta vendiendo el banco paris pa bajar la deuda del grupo, cuando venga la caida del cobre, salte el dolar y la deuda de las empresas explote alli llegara la fiesta...a todo esto la cesantia esta aumentando y stgo ya no crea empleos.....

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    1. Y CGE, y Luksic, y Pilmaiquen y varios mas. Muchos grandes empresarios estan haciendo caja, por algo sera.

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    2. Yo quiero ver cuando el desempseo llegue al 15% alli si que los que se endeudaron van a desinflar todas las burbujas que hay en chile....

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  8. La Claudia hizo un mea culpa de no haber sido mas firme frente a negocios dudosos, o algo asi.
    Lo unico que tiene que hacer para ser creible es decir "hijo mio, devuelve hasta el ultimo peso que puedas recibir por ese negocio de Machali, y tambien de los 170 millones de pesos por asesorar a empresas que vendian a Hospitales por años sin "asesorias" sntes que llegaran Uds con la nuera..."
    Idem con el Senador Pizarro...."hijos mios, 45 millones por nada no tiene presentacion, devuelvanla o regalenla al Hogar de Cristo"
    O, por ultimo, quedemonos hasta el ultimo peso pero por mientras renuncio a la Presidencia de la DC
    Pero ¡nada! puros discurso onda " de aqui en adelante seremos todos buenos"
    Chile essta que arde de indignacion y el unico temor es que la cosa se descontrole de rabia.
    Asi es que, si mas encima, viene un bajon economico ¡Dios nos libre confesados!

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    1. Lee la columna de hoy en El Mercurio del genial Gerardo Varela. Ahi le da unos buenos consejos sobre los mea culpa.

      Una de sus frases la voy a rescatar para el blog.

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  9. "Tolerancia y apatía, son las últimas dos virtudes de una sociedad agónica"
    (Aristóteles)

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