viernes, 22 de junio de 2018

ESTAMOS SOLOS.


Está entretenido el debate sobre si se deben respetar los derechos humanos de las bestias ecuatorianas que no respetaron los derechos humanos de la mujer que golpearon hasta matar. Bien simple, yo creo que debiéramos tener una justicia de verdad, clara, desideologizada y que decida oportunamente. En ese escenario, pena de muerte a las bestias. Pero eso no es así, en ningún caso. Y estamos en Chile, donde no existe la pena de muerte. Y los derechos humanos son el caballito de batalla, el negocio, y la herramienta de extorsión, de los marxistas que asesinaron a 100 millones de personas. Entonces, ¿qué hacemos?

Pues no es mucho lo que se puede hacer. En primer lugar, no es posible que las cárceles funcionen de esta manera por una razón muy simple, no todos los que están dentro son culpables, ni criminales, y cualquiera de nosotros, por la razón más insignificante, puede caer dentro y ser sometido a ese tipo de matonaje a vista y paciencia de los gendarmes. Un criminal no puede “hacer justicia” con otro criminal. Es una locura pensar eso.  

El Estado es el enemigo de la gente común; los carabineros son el enemigo de la gente común, porque están siendo utilizados para balear choferes en lugar de terroristas y lanzadores de bombas molotov; la justicia es el enemigo de la gente común; los políticos son el enemigo de la gente común ¿Por qué digo esto? Pues porque sus intereses son opuestos e incompatibles con los nuestros.

Creo que lo único que nos queda es andar con cuidado; no meternos con nadie; evitar líos; cerrar con tres llaves; abrir el portón del auto desde lejos y entrar y salir rajados; evitar transitar de noche; ante la duda, pensar mal; no relacionarnos con la chusma; no seguir a la horda; no ir de huevón por la vida; no creer en lo que sale en la tele; no sentir pena por nadie, ni pobres, ni extranjeros famélicos, ni indígenas, ni nada de nada.

No le importamos a nadie, entonces no nos debe importar nadie ¿Suena muy frio? Pues entonces hagan todo lo contrario, dénselas de “sociales”, pongan la otra mejilla y luego no reclamen ni pidan ayuda a quienes no lo van a ayudar. Porque nadie los ayudará, ¿o no lo saben?

Mi padre siempre decía: “soldado que arranca, sirve para otra guerra”, y yo pretendo hacerle caso.



8 comentarios:

  1. ¡Arranca eso sí, o como me dijo cierto periodista cuando le sugerí publicar escándalo que implicaba al..."poder judicial", me preguntó si estaba loco o ¿no sabía que ellos manejan las llaves de la cárcel?. Ahí murió la sugerencia. Ahora, cualquiera que se meta a indagar en los pasillos judiciales correrá la misma suerte, mas aún en Chile, donde hasta un juez muy cara de raja, reconoce en televisión que el p.judicial se basa en ficciones o sea en falsedades en sus sentencias y/o argumentos como secuestros permanentes. O sea..¡violan la Ley!, lo que los transforman en delincuentes!. ¿Quien los puede juzgar?……..

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  2. La reaccion de los presos fue ejemplar.
    Es solo una reaccion maravillosa ante un caso horroroso.

    Por lo demas, si en Chile fusilaran rapidamente a estas bestias, ecuatorianas o no, se acabarian los femicidios.

    Pero "el discurso progresista" es mas fuerte.
    Hay que ser "bueno y civilizado".....pero eso hasta donde sea posible no mas.

    Ademas, "ser bueno " es lucrativo. La Merkel en Alemania es reelegida una y otra vez. Claro, los 6 millones de inmigrantes votan

    Idem en Chile. Matamala, la Rincon y otros proceres saben lo que hay que decir. O predicar.

    Que ser "bueno" tenga consecuencias perversas, eso es problema de las mujeres acuchilladas, apuñaladas, estranguladas, quemadas, mala suerte pa ella no mas.

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  3. En Malasia van a ahorcar a dos chilenos que mataron a un malasio.
    Alla el delito de asesinato se condena con pena de muerte en la horca. Asi lo señalo el senador Manuel Jose Ossandon quien fue a ver que pasaba con este caso en Malasia.
    La Tercera de hoy sabado

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  4. Antes todos sabían que su un delincuente que abusa de alguien indefenso como el de la mujer muerta por los ecuatorianos y llegaba a la cárcel, los otros delincuentes se iban encargar de ponerlo en su lugar, pues incluso el hampa tiene su código como la mafia. Nadie decía nada.

    Los únicos que tiene un código de honor son los terroristas o guerrilleros y revolucionarios marxistas de la ex UP, que les gusta enlodar con quienes se enfrentaron, acusándolos de que los torturaron.

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    1. Corrección:
      Los únicos que no tienen un código de honor son los terroristas o guerrilleros y revolucionarios marxistas de la ex UP, que les gusta enlodar con quienes se enfrentaron, acusándolos de que los torturaron.

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  5. Parece que aquellos que cometen delitos tienen un concepto más claro acerca de lo que es justicia. Qué agradezcan que no los mataron de inmediato.

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  6. Con todo esto se ve que en la cárcel existe más justicia que fuera de ella

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  7. Estimados, les contesto a todos juntos. No es posible esta barbarie, y la razón ya la expliqué. Cualquiera de nosotros, o de nuestras familias, puede ser víctima de la misma salvajada. Alguien puede atropellar a algún peatón un sábado por la noche y lo dejan en control de detención hasta el lunes. Un hijo de cualquiera de ustedes puede verse involucrado en alguna pelea de discoteca, o defendiendo a la polola puede terminar detenido por riña o matar a alguien ¿Y si lo dejan en prisión preventiva y los criminales que viven en la cárcel lo asesinan, violan o golpean hasta dejarlo en el hospital, para hacer “justicia”? ¿Dirían lo mismo que ahora dicen sobre los asesinos ecuatorianos? A cualquiera le puede pasar, no lo olviden, y la “justicia” no puede ser esta.


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