domingo, 30 de octubre de 2022

CASI, CASI... PERO NO ALCANZÓ

El corrupto de Lula es el nuevo presidente de Brasil. La diferencia fue de 50,8% a 49,1%, según me informo en la prensa seria. Esto significa que Brasil, como muchos otros países, está dividido en dos mitades irreconciliables. Buen futuro les espera.

 

Luego de conocer el resultado, cualquiera de nosotros puede tirar sus teorías, todas ellas incomprobables. Yo tiro la mía: Si Bolsonaro no fuera tan bruto, gana la elección. Porque de que Bolsonaro es bruto, lo es, no creo que alguien esté por la labor de convencer al respetable público de lo contrario, otra cosa que algunos pensemos que eso es inconveniente, y otros piensen que es lo apropiado.

 

Muchas de las puestas en escena de Bolsonaro dejan mucho que desear. Dudo que con ellas sume votos a su haber, sino todo lo contrario, ahuyenta a las personas moderadas que terminan aburriéndose de innecesarias puestas en escena. Eso es al menos lo que yo pienso.

 

Bolsonaro pudo haber hecho lo mismo, o casi lo mismo que hizo, sin encender la pradera de manera permanente e innecesaria. Su posición en la pandemia, por ejemplo, fue brutal y deplorable. Un personaje público debe tener o aprender a desarrollar lo que muy cuáticamente se conoce como inteligencia emocional, algo que en nuestro país le sobra a la comandante Claudia, y parece ser inexistente en Piñera.

 

La Claudia, por ejemplo, podía decir una mentira descarada que millones se creían, y Piñera pudo haber dicho por equivocación una verdad -¿habrá dicho alguna?- sin que nadie se lo crea. Todo acompañado en el caso de la Claudia, por cariñitos y gestos para la galucha, y en el caso de Piñera por tiritones y retorcidas de cuello y hombro que lo hacen ver mas raro de lo que es, que ya es mucho.

 

En mi opinión, la política, y no solo esta, debe ejercerse con mano de hierro en guante de seda. No debemos confundir la autoridad con la desmesura y la agresividad, después de todo, se trata de convencer a la gente, no de someterla, de ahí la diferencia entre la democracia, ese raro experimento en que la gallá puede votar por alguien hoy en la tarde y despreciarlo la próxima semana; y los totalitarismos, en que la gallá puede opinar lo que quiera, ya que no vota.

 

En el vecindario conocemos los casos del Merluzo y el profe Castillo, dos energúmenos que gobiernan sus países gracias a las estúpidas decisiones de los votantes y muchas veces gracias a la incapacidad de sus contrincantes de llegar al retorcido y cambiante corazoncito de quienes tienen el poder de elegirlos.

 

La democracia es un show, y en él, es tan importante la persona como el personaje. En crear personajes la izquierda ha demostrado su maestría, nosotros dejamos mucho que desear.

 

 

5 comentarios:

  1. En la cuarta y última semana de octubre, 26% aprueba y 68% desaprueba la gestión del presiente Boric.

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  2. Y da lo mismo, porque va a hacer lo que se le de la gana ya que tiene el apoyo de la gorda y el miedo del resto.

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  3. Quise decir horda, pero también tiene la bendición de la gorda

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