lunes, 3 de febrero de 2025

LOS ARANCELES DE ZANAHORIO

Están de moda los aranceles. Se supone que el mundo se acabará una vez instalados por Zanahorio. Es más, todo lo que haga Zanahorio será motivo de acabo de mundo. Los mares subirán hasta Plaza Italia y todos moriremos rostizados como pollos en un mundo heteropatriarcal y con aranceles hasta el cogote

 

Nuestro amigo Challenger, y con razón, nos advierte sobre las opiniones de Rallo, a quien veo y recomiendo sin dudar, salvo cuando nos agobia con su discurso laudatorio y su apostolado y veneración hacia el que habla con los perros.

 

¿Tiene razón Rallo? En teoría sí la tiene ¿Tiene razón Challenger? En teoría, también. Pero…

 

Rallo es lo que conocemos como “intelectual”, por lo tanto, difunde sus ideas desde el punto de vista de la academia y, en su caso, un liberalismo combativo extremo. https://www.youtube.com/watch?v=NvggrPUFzeY

 

Daniel Lacalle también es economista, liberal y un difusor de ideas de primer nivel, como Rallo. Aunque el mensaje de Lacalle tiene una ventaja, se juega su dinero y el de sus clientes cada día de Dios, por lo tanto, no puede acuartelarse en su rincón: Aquí su opinión sobre los aranceles de Zanahorio, aterrizando a la realidad la teoría que tanto él como Rallo defienden:  https://www.youtube.com/watch?v=hL_SwQmfvNg

 

El tercer invitado de este día es el no menos capaz economista José Luis Cava, quien se define simpáticamente como “especulador de bien”. Su siempre ágil análisis de un día a día en el que el que pestañea pierde, refresca y sintetiza los eventos que debe integrar a su vertiginosa toma de decisiones: https://www.youtube.com/watch?v=Lb3anyHd-BE

 

Podría incluir en la entrada de hoy el aspecto geopolítico citando a un par de capos que saben de esto, aunque prefiero obviarlo por el momento, ya que cada vez que me meto en este asunto mis amigos del Blog se enojan con este pechito. No sea cosa que se me ocurra decirle malo a un bueno o bueno a un malo…

 

Nada es como parece a simple vista, o no lo es del todo, ya que múltiples intereses se inmiscuyen dejando muchas veces las teorías de pizarrón fuera de juego. Todo puede ser dos o más cosas a la vez, todo tiene su cara y su cruz, después de todo, esto es la vida real.