sábado, 2 de agosto de 2025

EL GRAN TAIMADO

Supongamos por un momento que se baja de la contienda presidencial la vieja cara de pasa, que según nos cuentan ni tiene Alzheimer ni está loca, aunque es terrible de hocicona y más rota que la chucha. En realidad, supongamos que quienes la colocaron donde está, los controladores del piñerismo antes dirigido por su antiguo amo y señor, la obligan a bajarse.

 

Si esto sucediera, ¿se bajaría también Espumita?, ¿o acaso el grupo de desquiciados decidirá “morir con la suya” pase lo que le pase a quien sea que le pase?

 

La pregunta es válida, ya que esta gentecilla, partiendo por su gran timonel de la locura, Kim Jong Kaiser, se fueron del PR por no considerarlos suficientemente de derecha; rechazaron la constitución de JAK y hubiesen rechazado cualquier otra constitución por no ser exactamente lo que ellos quieren; no aceptan acuerdos programáticos de ningún tipo con nadie y, por lo tanto, su único fin pareciera ser una gran batalla final entre ellos y los comunistas donde solo uno prevalecerá, y así, el gran triunfador de la cruzada gobierne por mil años. Esto no es nuevo, ya sucedió en Alemania en los años´30 con nazis y comunistas matándose por las calles.

 

El problema para el PNL y su gran timonel será explicar al respetable público de derecha (y no me refiero a los loquitos que aún lo siguen sino al 95% restante) la razón por la que pretenden sacrificar los intereses nacionales con tal de demostrar que son los más derechistas del mundo mundial.

 

Y no se trata solamente de la candidatura presidencial de Espumita, sino de que llevarán candidatos al parlamento, algo que el bueno de JAK no quiso hacer en su primera postulación presidencial, entendiendo que sus candidatos solo generarían dispersión de votos entre las derechas, cualquier derecha que esta fuese.

 

JAK no fue el perro del hortelano; Espumita está a punto de serlo. JAK pensó en Chile; Espumita solo piensa en sus intereses. JAK puede ser el próximo presidente de Chile; Espumita pretende, si puede, impedir que gobierne.