EL PODER

Vean desde minuto 38 hasta el minuto 45. Igual recomiendo toda la entrevista.

Considero más que evidente que la puesta en escena piñerista y merluciana persiguen el mismo fin, el poder infinito. Así como el Niñito del Techo en 2021 y la Vieja Cara de Pasa el 2013 cumplieron el indigno papel de candidatos presidenciales designados para perder las elecciones, para de esta manera permitir el triunfo de la izquierda a la espera de la segunda y eventual tercera venida de Sebastián que nos libraría de los pecados del mundo, la Jeannette con dos N y dos T parece cumplir con entusiasmo una idéntica función en esta elección, entregar el triunfo a la derecha a la espera del merlucianismo 2.0.

 

Estas miserables, corruptas y desde luego antidemocráticas jugarretas electorales, que el rebaño partidista se embute sin chistar en medio de una falsa Fiesta de la Democracia, solo confirman que no vivimos en esa tal democracia idílica que los señores políticos venden con ojos enrojecidos de tanto llorar a su chusma particular, sino que vivimos en un sistema de castas, oligárquico y delictual, cuya finalidad es estrujar los bolsillos de la gallá.  

 

Así las cosas, las alimañas que regentan el lupanar con vista al mar, ya sea por medio de un inmundo concubinato, o a través de un impresentable intercambia de primero tú y después yo, saben bien que, para mantener su boliche con números azules, necesitan enfrentarnos, debilitarnos, encizañarnos, haciéndonos vivir en un eterno conflicto que nos nuble la razón. Así crean una maloliente masa envilecida por el odio y el resentimiento hacia un adversario que es la sal de la vida para sus proyectos personales. Y mientras tanto nos expolian.