domingo, 11 de diciembre de 2011

ESCONDIENDO AL PRESIDENTE.

Según un estudio publicado por El Mercurio, el aumento en el apoyo al presidente de la república desde menos del 30% al 35% (a estas alturas todo cuenta), coincide con la menor exposición de Piñera en los medios de comunicación. El gobierno dice que es casualidad, un opinólogo mal pensado como yo podría opinar que lo están escondiendo para que no la siga “cagando”, el término de las protestas habrá influido algo, pero lo cierto es que con el 35%, su excelencia no salva a nadie y su debilidad lo expone a que cualquier incidente por insignificante que sea, como por ejemplo el chiste machista y la posterior aserruchada de piso de su ministra “galla” lo mande a la lona nuevamente. Son los costos de la falta de credibilidad, de tratar de caerles bien a los que nunca les caerá bien, y de darle la vuelta de espaldas a sus electores, que si bien tampoco lo quieren mucho que digamos, al menos votaron por él, aunque sea para deshacerse de los rateros de la concertación. El mal menor le decíamos, una fea caída le decimos ahora.
Lo cierto es que el presidente Piñera se ha transformado en una incomodidad para sus ministros y para cualquier político de su sector que quiera tener alguna posibilidad en las elecciones del 2012 y 2013. Hay que esconderlo de las cámaras, pedirle que se quede callado, que no se le ocurra contar chistes, y dentro de lo posible que no emita opiniones antes de que sean analizadas por el segundo piso. Al presidente Piñera le irán imponiendo su propia ley mordaza a medida que pasen los meses. Por la boca muere el pez, y este ya sabemos que es un pez gordo.
¿Querrá alguien sacarse una foto con un Piñera sonriente para la próxima campaña?. Lo dudo. Si Piñera dijo para poder ganar la elección que no es de derecha, aunque lo apoyaba la derecha, no me imagino que tendrán que decir los futuros candidatos para presentarse ante los electores. ¿Qué no son de derecha?. ¿Qué no son piñeristas?. ¿ Que no son ninguna cosa?. ¿Qué no se saben ningún chiste?. Los próximos candidatos tendrán que decir que no son nada de nada, que vienen recién llegando y no son amigos de nadie. Por mientras, hay que esconder al jefecito, mantenerlo con la boca cerrada, enviarlo de gira al extranjero con bozal, y prohibir las fotos. Y rezar para que la gente se olvide de el, que hagan como que no existe y que las encuestas traigan buenas nuevas.

4 comentarios:

  1. De partida un gobierno que salte en una pata por tener un 35% de aprobación no entiende al país, no se da cuenta que dos tercios lo rechaza, lo reprueba, no lo soporta e incluso un porcentaje lo odia? pero los integrantes del gobierno felices con ese magro porcentaje.
    Es evidente si que el aumento se debe a que al hiperventilado presidente lo tienen corto, lo más lejos de las cámaras y micrófonos o sino su popularidad iría como en un 15%.
    Claro que a veces el control lo burla y vienen los chistes que a la feminista ministra le caen como patada en la guata, lo critica y la oposición aprovecha para subirse por el chorro en las criticas.
    Pero como tu dices son los costos de la credibilidad, nadie le cree y su afán enfermizo de agradar a quienes sólo quieren botarlo y darle la espalda a quienes ingenuamente lo apoyaron como el mal menor que ha resultado no sólo una caida fea, sino que el mal mayor.
    Concuerdo que ha pasado a ser una incomodidad para quienes se candidatean para las próximas elecciones ya sea de concejales, alcaldes, parlamentarios y presidendeciales en este último caso les recomendaría, como ya dije, el cuento de la lechera, sobre todo para la media docena de candidatos ministros. Te garantizo que nadie, salvo que uno o dos rastreros que nunca faltan, va a querer sacarse una foto con el sonriente presidente

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  2. Hunter. Aun falta un tiempo, pero te aseguro que para el 2013 muchos comenzarán a abandonar el barco como roedores. Como decía mi abuela, tiempo al tiempo.

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  3. Piñera no necesita oposición, es su peor enemigo. Su obsesión por agradar a periodistas y a la izquierda es lo que hundió a su gobierno.

    Me di cuenta de lo mal que está Piñera, el día que cambió al ministro de la Vivienda. Piñera hizo las veces de ministro saliente y entrante, no dejó que nadie más hablara.

    Piñera sufre de 2 síndromes: el del hermano del medio (nunca se sentirá aceptado socialmente) y el de los perros que persiguen su propia cola.

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  4. Revistajupiter. Es cierto, el es su peor enemigo, y eso pasa porque no representa a casi nadie, solo se representa y se quiere a si mismo. Eso se llama narcisismo.

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