PLAGA DE ROEDORES.

Anoche estábamos invitados a reunirnos en casa de mi hermana, la que vive en el séptimo piso de un edificio a unas cuadras de donde yo vivo. Llegamos como a las ocho de la tarde, le pregunté por citófono al conserje si nos facilitaba un estacionamiento de visitas pero no había disponible, entonces estacioné en la calle justo frente a la terraza del departamento en el que estaríamos reunidos.

Como a las nueve de la tarde (aun no anochecía) estábamos en la terraza, entre canapés, chorizo, queso y coca cola Light (y no es chiste), en eso miro hacia la calle y justo, justo, y requete justo, veo a un tipo frente a mi auto con la puerta del conductor abierta y a punto de subirse, lo que se llama pillarlo con las manos en la masa.

Instantáneamente le grito algo así como: conchetumadre ese es mi auto, te estái robando mi auto huevón. El gallo me mira y me responde que es su auto, todos comenzamos a gritarle, los vecinos de otros pisos también, y un vecino que lavaba su auto a pocos metro del mío se acerca al delincuente. Fue tanto el escándalo, que el tipo se sube a un Toyota Yaris rojo que estaba delante de mi auto y pegando una tremenda “aserruchada” se arranca a toda velocidad. Bajamos rápidamente, llegamos al “lugar de los hechos”, la chapa del auto estaba destruida, y el vecino que lavaba el auto nos contó que el Toyota no se lo había robado ya que el delincuente llegó en él. Ya estaba medio edificio asomado por la ventana, alguien llamo a carabinaros que llegó a los pocos minutos, dejé una denuncia para poder cobrar el seguro, me prestaron un estacionamiento de alguien que se había ido a la playa, y después de todo el show, subimos a terminar de una buena vez con los canapés, el queso y lo que fuera que iba llegando a la mesa.

Me dejó picado el conchesumadre, no encuentro otra palabra mas adecuada para referirme a él, mas encima el seguro es con un deducible de UF 5, por lo que el delincuente igual me cagó en 100 Lucas. Me acordé de los jueces de garantía, de la puerta giratoria, de los abogados de derechos humanos, de los comunistas y socialistas que defienden a todas estas ratas, y de los trámites y la pérdida de tiempo que se me viene encima.

Supongo que este gallo quería cambiar el auto porque el otro lo había ocupado en algún asalto y lo estaban siguiendo, no se me ocurre otra cosa.

Me salvé jabonado, esta no la cuento dos veces.