lunes, 16 de abril de 2012

EL VIEJITO DE LA FOTO NO ES DELINCUENTE

Cada cierto tiempo tengo que volver al tema principal de mi blog, el veneno que está enfermando y que puede matar a la sociedad chilena, tal como antes a otras a través del Mundo. La atracción fatal que tienen los gobiernos, sobre todo aquellos que no son capaces de controlar a los malos elementos, de dividir la vida de las personas en dos. Lo prohibido y lo obligatorio. Ya he dicho anteriormente que lo prohibido es todo aquello que los políticos no quieren que haga la gente pero que ellos hacen en su vida privada, y lo obligatorio sería entonces, todo lo que no está prohibido. ¿Y las decisiones individuales?. No, eso no les gusta. Crea desigualdad, envidia, se transforma en incontrolable, y en una incomodidad para ellos. Lo mejor es que todos sean iguales, a lo que sea, como sea, pero iguales. El tema de moda, el que causa escozor, preocupación, e incomodad en la “clase” política, son las barras bravas, las asociaciones criminales creadas por los dirigentes del futbol de las antiguos clubes sin fines de lucro pero si con fines de robo. Hagamos memoria. Como los antiguos clubes de futbol eran de todos y no eran de nadie, la mayoría de los dirigentes que administraban estos dineros que también eran de todos y por lo tanto de nadie, necesitaban ganar unas elecciones entre los socios al día para llegar el poder y desempeñar lo que mejor sabían hacer: Robar. Para estos fines, crearon alrededor del año 1990 lo que se conocen como barras bravas, una jauría de criminales que recibían de parte de los dirigentes corruptos, pasajes, entradas, implementos, plata, y posteriormente sueldos para convertirse en el brazo armado del club, votar en las elecciones, ahuyentar al resto de los socios que pretendían votar, y así quedarse con el poder para seguir usufructuando del “club de sus amores”. Con el advenimiento de las sociedades anónimas, estas barras ya no eran necesarias ya que ahora el poder lo deciden los accionistas, aun así, los nuevos propietarios de los clubes, trataron de estar en paz con esta gentuza y los siguieron apoyando para no tener problemas con ellos. Los políticos por su parte, nunca han tenido ni la más minima intención de controlar esta situación ya que las principales barras de delincuentes pertenecen “al pueblo”, Colo Colo, La Chile, La Católica, Wanderers, y otras de menor tamaño, y no pueden arriesgarse a quedar mal con su electorado de masas. Crearon entonces, voladores de luces para hacer como que los combatían pero no los combatían. La ley de violencia en los estadios, que no tiene a ningún delincuente preso, y ahora ultimo el plan estadio seguro, cuya primera medida farandulera ha sido impedir el ingreso al estadio con bombos y otras instrumentos musicales. En cuanto a los delincuentes, esos si pueden entrar siempre que cumplan con los requisitos de no llevar cuchillos, pistolas, marihuana, bazucas, estoques, y demás adminículos. Pero bombos no, por ningún motivo. Este fin de semana, pagaron justos por pecadores, fueron todos iguales, no se discriminó a nadie que tenga una mayoría suficiente para armar una revuelta o que pueda decidir una elección política, y se tomó una medida ejemplificadora, impidieron la entrada de los instrumentos de la “bandita de Magallanes”, los que deben llevar décadas apoyando a su equipo y de seguro no le tiraron una piedra nunca a nadie, que son un ejemplo de barra, de apoyo a un club centenario, y que me imagino, no tenían pensado tirarle la corneta al árbitro si les cobraba un penal en contra. Una vez mas las autoridades de este País han vendido el sofá de Don Otto. Una vez mas nos están vendiendo la pomada. Una vez mas están haciendo el ridículo. Una vez mas están cometiendo una injusticia en aras de la igualdad, lo prohibido, lo obligatorio, y lo políticamente correcto. Una vez mas los sin voz, los que no delinquen, los que se dedican a sus cosas particulares han sido discriminados para no discriminar a los verdaderos delincuentes. Y una vez mas se toman medidas que no conducen a nada porque los delincuentes siguen en la calle, amenazando por televisión, agrediendo al público y los equipos contrarios, e impidiendo que la gente decente asista al estadio. Los vándalos seguirán presentes, pero fue el fin de la “Bandita de Magallanes”. En Chile, siguen ganando los malos.

9 comentarios:

  1. Esto que a los Gobiernos les encanta crear lo prohibido y lo obligatorio...para los demas, es la pura verdad.

    Y que esto es malo para el pais, es otra verdad.

    Quiza para justificar la pega el hecho es que tanto en el Congreso como en la Administracion Pca se dedican a crear normas que obligan y prohiben, haciendole la vida imposible a la gente, y luego cuando brotan las perversas consecuencias de este leseo, se lavan las manos y le echan la culpa a las victimas......
    Ya sean empresarios, Pymes, falla humana, enfin.

    Este gigantesco pais nuestro deberia haber llegado a la riqueza hace mucho tiempo pero no le resulta porque la clase dirigente no lo deja, ya sea robando a destajo o impidiendo a la gente trabajar.

    Vean Uds a Lagos. Se pasea por el mundo dando olimpicas y bien pagadisimas lecciones de buen Gobierno y ha sido la peor pesadilla de los pobres asalariados gracias al Tsgo.

    Entren Uds a una Oficina Publica, estatal, y ni los mismos empleados conocen las leyes que deben aplicar, ya sea porque las inventaron los parlamentarios o sus propios superiores, muchas veces hijuelas de los anteriores.

    En una misma Municipalidad, o en una misma Oficina del Trabajo, un jefe dice A y otro B.
    ¿y esperan que el publico conozca y cumpla?

    Es de Ripley pero, lamentablemente, tienen el Poder, logran el silencio temeroso, y despues culpan " a los infractores"...je...je

    Es para reirse para no llorar.

    ResponderBorrar
  2. Claramente la bandita de Magallanes no es delictual, pero yo sin tener una opinión tan clara al respecto te puedo decir que los bombos en las barras bravas son un poder por lo tanto el tema no se puede manejar de manera tan sencilla.

    Sobre la actitud de los políticos la verdad no hay mucho que decir pues es propio de ellos el oportunismo, esto implica que ahora reclaman contra las barras pero antes los usaban para poner carteles

    ResponderBorrar
  3. Andrés. No me digas nada de lo que es hacer un trámite, sobre todo en la Municipalidad. Entrar a la Municipalidad de Santiago es un viaje a lo desconocido, al absurdo y a un juego irritante de versiones. Como bien dices, la puedes hacer la misma pregunta a varias personas, y las respuestas son distintas, no es posible saber cual es la verdadera, y si se equivocan ellos es culpa de uno. Es una locura, una falta de respeto, y un abuso que no tiene nombre. Nadie es responsable por nada. Hay también funcionarios buenos, pero es cosa de suerte si te toca uno de ellos.

    Carlos. El problema no es el bombo, son los delincuentes que lo golpean. Pero como el gobierno es como dice la canción de los prisioneros “nunca quedas mal con nadie”, prefiere prohibir todo antes de sancionar a los verdaderos delincuentes. Le tienen miedo a la reacción que puedan tener y a la baja en las encuestas.

    ResponderBorrar
  4. Al parecer toda la actividad de los parlamentarios se mueve en prohibir y obligar. Ahí llega su nivel de inteligencia.

    Tengo pendiente un post en una diputada DC, quiere como última ocurrencia un fuero especial para los dirigentes universitarios y secundarios. O sea privilegios y luego hablan de la igualdad como le gusta la izquierda.

    ResponderBorrar
  5. Javier. Lo que faltaba, fuero a estudiantes, para que los profesores les tengan miedo. Bueno, mas del que le tienen ahora, que ya es bastante.

    ResponderBorrar
  6. están haciendo un show para tapar el hecho que jamás han aplicado la ley de violencia en los estadios

    ResponderBorrar
  7. RJ. Lógico, si viven del show. Estos políticos y los otros. Todos. Es mas fácil ponerse “choros” con los viejitos de Magallanes que con los criminales de la garra blanca y los de abajo.

    ResponderBorrar
  8. El bombo, los platillos, trompetas han pasado a ser armas mortales seún los genios que nos gobiernan y hay que prohibir su ingreso, pero los delincuentes, que no necesitan de bombos, ni trompetas para saciar sus instintos delictuales en un estadio, esos si que pueden pasar, ingresar sin problemas. Este gobierno todo lo toma faránduleramente, todo es show para impresionar. Pero como es circo se caen, prohibir el ingreso de la bandita de Magallanes, conjunto musical histórico dentro de nuestro fútbol, ha sido un desatino más de nuestras autoridades.
    Tu tienes razón, una vez más se discrimina a los honrados, a los que no delinquen, para no tocar a los verdaderos delincuentes, a los intocables, todo en en aras de lo "políticamente correcto". Pobre bandita, espero que entre tanto tarados que tenemos de autoridades alguien se de cuenta del despropósito de prohibir el ingreso a los estadios a la bandita de Magallanes y ésta pueda seguir alegrando pacíficamente no sólo al club de sus amores sino que a toda la gente decente que concurre a los estadios, que cada día son menos por culpa justamente de los dirigentes de los clubes profesionales

    ResponderBorrar
  9. Hunter. Claro, ese es el problema. Estas bandas de criminales que incluso se han acuchillado entre ellos mismos en pleno estadio, y que fueron formadas, apoyadas, pagadas, y utilizadas por dirigentes y políticos inescrupulosos, hoy son intocables. No quieren desarticular las barras por el costo político que podrían pagar y porque alguno de ellos podría” hablar”, y decir cual era o es la verdadera relación que existía o existe aun entre ellos, los dirigentes, y los políticos que los utilizaban al menos para pegar carteles y defenderlos a sangre y fuego en los periodos electorales. La culpa la tiene el bombo y la corneta de la bandita de Magallanes.

    ResponderBorrar