jueves, 26 de abril de 2012

EXPLICACIONES CONVINCENTES.

Abro el diario, prendo la tele, escucho a mis empleados, y lo único que oigo y leo son explicaciones convincentes. Al menos eso es lo que se proponen quienes explican lo inexplicable, convencer de algo a alguien, como si el interlocutor fuera tonto, leso, tarado –escribo tres adjetivos, que mas encima son sinónimos-, como tal vez el presidente de algunos chilenos nos trataría de dar una explicación convincente a alguno de nosotros. ¿Dónde quedó la poca seriedad, honestidad y vergüenza que alguna vez existió en Chile?. Si es que existió, claro. Tal vez es producto de la masificación e instantaneidad de las comunicaciones y antes se producía lo mismo pero se notaba menos, vaya uno a saber. Podemos oír a Lagos como nos explica 6 años después que el Transantiago fue un problema de puesta en marcha; que el CAE era bueno en un País de US$10.000 per cápita, pero no es bueno en uno de US$15.000; y escucharlo, impertérrito, como nos guía hacia el futuro donde los impuestos serán mas altos, el estado de bienestar mas generoso, y los Países, esta vez si, no quebrarán al tener que mantener a tanto vago. ¿Nos querrá convencer, o estará convencido de tanta estupidez?. Es difícil saberlo, el tipo es convincente, y a cualquiera le explica algo y se lo cree a pie juntillas. Ni hablar de Piñera, el rey del zigzag y las vueltas de carnero. Este último nos quiere convencer que el capitalismo es bueno para él, pero el socialismo es bueno para los demás; que él se coludía el LAN porque le convenía, pero ahora combate la colusión como un caballero cruzado a un infiel en tierra santa; que los comunistas que lo quieren derrocar son nobles, grandes y hermosos; que es simpático porque se sabe muchos chistes; y como si todas estas no fueran explicaciones que tratan de ser convincentes, nos anuncia que el 2018 seremos un País desarrollado. No, si el tipo es otro explicador convincente de primera, si hasta ganó una elección presidencial con ello. En mi trabajo siempre me han tratado de explicar por que las cosas se pierden, la gente falta a trabajar, las cajas no cuadran, el boliche se abre tarde, y por que se cierra muchas veces mas temprano que lo establecido. Ya no escucho tanta expiación convincente que no convence a nadie, y no miro tanta cara de palo impertérrita que no se arruga ni para sonreír. ¿No será mejor decir la verdad y las cosas por su nombre para terminar con las lentas y largas agonías a que llevan todas esta explicaciones que no convencen a nadie?. ¿O será que yo soy un poco menos tonto que los demás y de verdad las barbaridades bien dichas, con convicción, con la experiencia acumulada por años de circo, y con la desvergüenza del “ser chileno” sí convencen a mucha gente, aunque sea por algún tiempo?. No me queda del todo claro si la gente es tonta o se hace, o si los engañan o les gusta vivir engañados para sufrir menos la realidad que los agobia. El problema es que con tanto chanta y con tanto tonto, no vamos a llegar a ninguna parte, a no ser que nos convenzan de lo contrario. Con una buena explicación tal vez sea posible, o al menos se puede intentar.

5 comentarios:

  1. En affaire de la declaración de la mamá de Bachelet, Vallejo que había hablar con verdad. Sin embargo, la izquierda odia la verdad. Lo que les importa es 'su verdad'. Si dices la verdad, entonces era absolutistas.

    Ellos prefieren lo que Octavio Paz llamaba 'el absolutismo del relativismo'

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  2. Javier. La izquierda, los políticos, los chilenos, en fin, la verdad no es bien vista por estos lados. La hipocresía campea.

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  3. Totalmente de acuerdo, ya que impera lo politica y socialmente correcto. Y la verdad, desgraciadamente, pocas veces cumple con esa condición.

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  4. La mayor mentira es que el estado subsidia a los pobres, cuando es al revés. Los pobres subsidian al estado y son la excusa para crear estafas piramidales que sólo benefician a empleados públicos y grupos de interés, como los operadores del Transantiago y las Ues del CRUCH.

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  5. Rolando. Lo políticamente correcto, es en realidad hacer lo incorrecto. Pan de todos los días en nuestro País.

    RJ. Los grandes beneficiados con las alzas de impuestos son siempre los grupos de presión. Ellos son los que reclaman en las calles o en los pasillos del Congreso y de los partidos políticos para obtener ventajas. Monopolios, gremios, sindicatos, etc.

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