Hoy Chiloé, vive un despegue económico, gracias al repunte
de la industria del salmón, la pesca, la producción bovina y lechera, el
turismo y el comercio. En Dalcahue, aterrizó el primer vuelo comercial de LAN.
El 2008, la tasa de cesantía era superior al 10%, hoy está en 5,7%. Inversiones
como el casino “Enjoy Chiloé”, con un hotel cinco estrellas y el “Mall de Castro” le cambian la cara a
Chiloé.
El vilipendiado Mall de Castro, destrozado via Twitter por
opinólogos de la vida ajena; arquitectos talibanes; políticos oportunistas
(recuerdo a Golborne, Longueira y toda una lista de “progres” y anti-todo), y
todo tipo de gente que vive cómodamente en Santiago, en el “sector oriente de
la capital”, ha elevado el valor de todas las propiedades cercanas.
El alcalde de Castro, Nelson Aguila, dice: "Hoy los precios en Castro son como de barrio
alto, y acceder a terrenos con vista al mar o de borde costero es casi
inalcanzable". Vecinos y corredores de propiedades, aseguran que la ciudad
está viviendo un verdadero "boom de precios", sobre todo en las
manzanas colindantes al Mall. Casas y terrenos de un promedio de 400 metros
cuadrados, que antes costaban cerca de $100 millones, hoy se valorizan en $250
millones. Una clínica compró una propiedad para instalarse en el barrio. El
corredor de propiedades Luís Miranda, tiene a la venta un terreno que costó
hace cuatro años $120 millones y ahora está avaluado en $250 millones. René,
dueño de un taller mecánico ubicado justo al frente del mall, cuenta que le han
ofrecido hasta $200 millones por su casa, la que hace unos años costaba entre
$15 millones y $20 millones, pero el pide $400 millones. María Cárdenas, dueña
de un local de ropa y vecina del centro comercial, pide por su casa $300 millones.
Otro efecto que tendrá el mall, según estiman los chilotes,
es el aumento de la población flotante en Castro. Hoy la ciudad tiene cerca de
60 mil habitantes, pero se espera que lleguen personas a comprar provenientes
de ciudades e islas aledañas, como Dalcahue y Quellón.
¿Qué opinan ahora los “académicos”; “expertos”; arquitectos
defensores de lo ajeno; progresistas defensores del atraso de las “zonas
típicas”; turistas interesados en fotografiarse junto a un “poblador” con
plumas y taparrabos; ONGs; políticos en campaña; talibanes de Twitter;
opinólogos de living; compradores del Parque Arauco, Alto Las Condes y Portal
La Dehesa”?.
Todos los que pretendían dirigir la vida de los habitantes
de Castro y de todo Chiloé desde el living de su casa; desde una facultad de
“algo” en una Universidad de mentira financiada con dinero de los impuestos de
los propios chilotes; desde una oficina pública también financiada con los
impuestos de los chilotes; o de un medio de comunicación que no trepidó en
destrozar lo que los chilotes querían construir en su propia isla si con eso
subían la sintonía, ahora callan, se hacen los lesos, cambian de tema. Ya nadie
se acuerda de lo que dijo a través de las “redes sociales”.
Una vez más, y no será la última, ganó la gente, ganó el
mercado, ganó la realidad. Bien por Chiloé y su gente. Me alegro por ellos.
Secundo a Maximo en lo que dice, mi hermana vive en Chiloé y todo lo que dice en la columna es cierto. Me pregunto si en toda esa polémica contra el Mall, no habrá habido mano piraña, para cuidar sus inversiones "verdes" en el sur de la isla... no lo sé, pero sabiendo como es el deleznable personaje, no sería raro.
ResponderBorrarHeitai. Quien mejor que tu hermana que vive en la región, para confirmar esto que aparece hoy en un reportaje de “La Segunda”.
ResponderBorrarTodos los que se oponen al desarrollo y a la libertad de la gente para elegir lo que quieren, siempre terminan mordiéndose la lengua. Ojala que se la traguen.
¿Piñera?. Pffffff. Espera cualquier cosa.
Te dejo una entrevista que me hicieron sobre el mall de Chiloé. http://www.youtube.com/watch?v=RDoiSYec--4
ResponderBorrarRJ. Ya había visto esa entrevista, fue cuando estabas promocionando tu libro.
ResponderBorrarHarto porfiada la Marlen. Según ella, el mall podía perjudicar a un comercio que estaba al lado. Habría que preguntarle a ella si compra en un mall o en el almacén de la esquina.
La realidad terminó por imponerse a la “teoría Marlenciana”, hoy Castro está mejor que antes.
Esos pequeños comerciantes se han hecho ricos por la falta de competencia...Ahí se les olvida la "concentración de la riqueza"
ResponderBorrarRJ. El asunto es reclamar por algo, o de lo contrario no hay rating.
ResponderBorrarAlgo similar sucede en Ñuñoa. Han echado abajo conventilloos para construir modernos edificios de Dptos y la tal Maya Allende alegaba que el Alcalde Sabat estaba arruinando la vida vecinal.
ResponderBorrarAndrés. ¿Y la tal Maya vive en un conventillo?. Parece que le gusta a ella nomas.
ResponderBorrarA propósito, (la verdad que nada que ver)...en estos momentos se lleva cabo una carrera de autos solares en el norte...la gracia sería que la misma se realizara en el sur...ahí los quiero ver desarrollando sistema de alta eficiencia...¡Innovación, desarrollo, inevestigación...!!! de la que tanto se habla,
ResponderBorrarRenato. Otra cosa es con guitarra.
ResponderBorrarEn marzo pasado publiqué un artículo sobre el reclamo desaforado que por todos los medios alentaba el progresismo contra el mall.
ResponderBorrarMe llovieron los palos.
Ciro. Si, pero ahora callan, el 95% de aprobación del mall fue demasiado para los populistas y opinologos. "Escucharon la voz del pueblo". Jajajaja.
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