La libertad es libre, o, la libertad se debe ejercer en
libertad, o, tal vez queda mejor decir que para actuar en libertad tenemos que
hacerlo en un marco de libertad, en una sociedad de libertades. Por último, me
refiero a todas las libertades, la propia y la ajena.
El año pasado por esta misma fecha, escribí sobre la
Teletón. No pensaba hacerlo nuevamente, en realidad sabia que este año habría
Teletón, pero hasta ayer ni me había enterado que la “27 horas de amor”
comenzaban anoche, sin embargo, el odio; el desprecio por la libertad ajena; la
critica destemplada; la politización del tema, vomitadas por “voces” de “académicos”,
“asesores”, “facultativos”, miembros de ONGs, “filósofos”, “sabedores de los
misterios de la vida”, “opinadores de la contingencia”, “escribidores de
papers”, “publicadores de mentiras”, “entendidos en temas varios”,
“estatizadores compulsivos”, y diversos especímenes,
todos ellos generalmente financiados directa o indirectamente con dinero de los
contribuyentes, han llegado a límites escandalosos. El pasquín de extrema
izquierda, “El Mostrador”, llegó a publicar una columna de opinión titulada
“Maligna Teletón”, de autoria de un “artista visual y académico”.
El nuevo clamor popular (o mas bien personal) de estos especialistas en diseñar
paraísos en la tierra, financiados todos ellos por los contribuyentes, para que
destruyan el capitalismo del que viven los contribuyentes y por añadidura ellos
mismos, consiste en pedir el término de la Teletón para reemplazarla por el
Estado. Las razones: Que es un negocio; que es un show; que la caridad no es
sincera; que se inició durante la dictadura; que los derechos; que esto y lo
otro.
Como vemos, solo falta que se tomen los centros de
rehabilitación para pedir una Teletón pública, gratuita y de calidad. En realidad,
ya es gratuita y de calidad, pero falta –según ellos- lo más importante, que
sea pública. Si no es del Estado no vale.
Me pregunto: ¿Alguien le impide a los hospitales públicos
tener una sección de rehabilitación?. Por supuesto que no. ¿Es necesario
terminar con la Teletón para que exista una alternativa estatal?. Por supuesto
que no. ¿Podrían subsistir ambos sistemas a la vez?. Supongo que sí, salvo que
el estatal sea muy malo -¿no será ese el problema?-. ¿Sería de mejor calidad la
alternativa estatal que la actual Teletón?. Si miramos la experiencia en
cualquier ámbito, concluiremos que no lo sería. ¿Preferían los usuarios de la
Teletón cambiarse a un hospital público en desmedro del actual sistema?.
Supongo que no.
¿Entonces, cual es la idea?: La idea es seguir contaminando
la mente de los chilenos para instaurar el concepto del estado como director de
la vida de la gente. Todo lo privado es malo, y todo lo estatal es bueno. La
revolución marxista no solo utiliza a la educación –ya lo dijo Vallejo-, hay
que cambiar los paradigmas.
¿Y los niños que se atienden en estos institutos?. Bueno,
ellos son carne de cañón, después de todo, ninguna revolución se hace sin
víctimas. Los niños minusválidos, son los últimos objetos para practicar la
ingeniería social, experimento para crear el estado perfecto, y los hombres
nuevos que lo habitarán.
La Teletón es la última víctima de la pérdida de las
libertades en Chile.
Gracias a tu post del año pasado cambió mi idea de la Teletón. Con todos los problemas que tiene, o puede tener, si es al final costeada por el estado, necesitaría más dinero, pero haría mucho menos, pues de seguro buena parte de los medios se perderían en el camino en manos de girardi, navarros y lagos de turno.
ResponderBorrarY es curioso, que aquelló que más crítica recibe, la "farandulización" del tema, sea a su vez causado por los del mismo sector. Por un lado los artistas progres e inútiles, chacrean el tema, y por el otro lado, ellos mismos critican ese chacreo. Insólito, pero una muestra clara del nivel intelectual y moral del zurderío "shileno".
Heitai. Claro, en manos estatales sería un caos, imagínate los problemas que hay para atender en un consultorio o una urgencia en la posta, la complejidad de estos casos son demasiado para el estado. Aparte de los choreos, obvio.
ResponderBorrarEl chacreo y la farandulización son inevitables en un programa hipermasivo. Lo importante de la Teletón, es que cumple con los niños minusválidos haciendo una empresa en que todos los que participan lo hacen porque les conviene. Es la mejor prueba que el capitalismo funciona a la perfección si lo dejan actuar. Aquí no hay leyes, ni ministerios, ni superintendencias, ni subsecretarias, ni comités de acreditación que impidan el normal funcionamiento de la institución.
Mientras perjudican a esta gran obra tratando de enlodar la figura de Don Francisco, insinuando que él se quedaría con una tajada de la torta, lo que es obviamente una burda calumnia antisemita. Siempre lo defiendo aunque sé que no fue muy simpático con el General Pinochet, sin embargo le creo, él no tiene necesidad de robar y menos utilizando a niños discapacitados. Nazis, árabes y comunistas aportillan y chaquetean de buena gana a esta obra.
ResponderBorrarSi nos nazis mataban a los discapacitados entonces por qué no dejan que se les mejore? Querrán matarlos? Qué sucede si uno de esos árabes pro Palestina u nazis engendraren hijos con discapacidades físicas o en algún momento de sus vidas esos niños tuvieran un accidente que los dejara inválidos? La raza "aria" los matará? Los comunistas, los matará ( se los comerán)
Pienso que si don Francisco muriera, esta obra la deberá seguir su hija Vivi, y espero que sea así realmente. Aunque estoy segura que el Estado estaría ansiosa por crear Ministerio de los Discapacitados, nombrando a su gente experta en inventar consultores, asesores, investigaciones y lo que conlleva el aparataje de la corruptela.
La teletón en manos del Estado ya no sería una empresa sana y con unos pocos al mando, sería una chacota.
Ale. Pienso que el problema se presenta porque unos dicen que es caridad y en realidad es un negocio, pero uno bueno donde ganan todos, y los otros quieren el negocio para ellos, tal como tú lo describes.
ResponderBorrarLa Teletón es una iniciativa privada que se maneja como sus organizadores quieren, y así tiene que ser. La Teletón es capitalismo puro, y eso le molesta a los “progres”.
¿Se imaginan al director del SML (Patricio Bustos) a cargo de la Teletón estatal? Yo sí.
ResponderBorrarChiste cruel :D
BorrarRJ. Jajaja, Pinera de seguro lo apoyaría para el cargo.
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