LOS NUEVOS POBRES.

El gobierno pretende legislar sobre la inmigración, pero de nada servirá porque el problema nunca ha sido la inmigración sino el llamado “Estado Benefactor”. Es por esta razón que los mexicanos emigran a USA y no al revés, o los marroquíes emigran a España y no los españoles a África ¿Cuántos chilenos entran de forma ilegal a Haití cada año? Con seguridad ninguno.

Ya lo comenté más de una vez pero es importante recordarlo. Los españoles, italianos, alemanes, judíos y palestinos que llegaron a Chile desde finales del siglo XIX –y antes también-, y en menor medida por su cantidad pero no por calidad, también los inmigrantes croatas, suizos y de otras nacionalidades europeas, no llegaron a Chile en busca de “educación pública, gratuita y de calidad”, ni de salud gratis, ni tratando de encontrar una peguita para matar el hambre. Todos ellos construyeron Chile, a pesar de los chilenos, el socialismo y una sociedad estancada por su estratificación entre la “gente bien” y la chusma.

Los inmigrantes europeos crearon la industria y el comercio nacional y formaron la verdadera clase media comerciante, industrial y luego, sus descendientes, la profesional. Es la realidad nadie lo puede negar.

El problema que ya está aquí, es saber qué haremos con los cientos de miles de latinoamericanos y centroamericanos que llegan en masa a Chile cada año. Los que llegan con algún título profesional no son necesarios, ya que los nacionales son muchos más y no tendrían trabajo de no ser por los cientos de miles de empleos innecesarios que ha creado la administración pública en los últimos años.

¿Y los pobres sin educación que llegan a trabajar en comercio, agricultura y cualquier otro trabajo que es despreciado por los futuros profesionales de mentira chilenos, que dedicarán su vida a timbrar papeles y dificultarle la vida a los que realmente trabajan? Pues habrá que mantenerlos con el dinero de doña Juanita y el señor Moya.

Así las cosas, los pocos que pagamos algo de impuestos tendremos que hacernos cargo de los pobres y los timbra papeles, es decir, de millones de personas y sus familias. No señores, esto no cuadra ni ha cuadrado en ningún lugar.

La historia es siempre la misma, aumentar impuestos, robar todo lo que se pueda, elevar la deuda pública y al final una gran explosión que nadie sabe en que terminará.