DESPOSTANDO CHILE.

En ningún país normal colocan a cargo del Ministerio de Hacienda a un fulano que participó en el acuerdo con los chinos de Minmetals, el que hasta la fecha le ha costado al país unos 5.000 millones de dólares. Pero Chile no es un país normal.

En los países normales no escogen como presidente a terroristas como la Claudia o la Dilma, ni a locas de patio como la Cristina, ni a energúmenos como los dos monos venezolanos, ni a un indígena cocalero como el Evo. Que le vamos a hacer, vivimos en un mal barrio, en uno que aunque a veces no se note tanta pobreza, la pobreza existe y no está precisamente en el bolsillo, sino en la cabeza.

En Chile vivimos en un eterno “debate de ideas” donde “se piensa Chile”. Ya lo saben, se busca la solucionática a la problemática. La Claudia asegura que no se puede crecer sin pensar en cómo la gente sufre en sus casas, o algo así. Como se les ocurre construir una mina de miles de millones de dólares si hay gente que sufre y unas cuantas aves que perderán su nido. Tenemos que contratar a la gente en los ministerios, municipalidades y demás antros estatales, no pude ser que trabajen en una mina. Recuerden que en el sector existe algo místico, por eso la iñora compró unos terrenitos en el vecindario ¿Habrá por ahí alguna vieja que cocine queques con marihuana o lea los chacras? Tal vez alguna otra nos pueda tirar las cartas o bautizarnos con flores de Bach. La Claudia nos está salvando de nosotros mismos, aunque aún no podamos darnos cuenta.

Estamos creando un Chile sin parangón. Donde no existe ni el bien ni el mal, ni la verdad ni la mentira, cada uno puede tener “su verdad” sin importar si es cierto o no. Donde no existirán ni los hombres ni las mujeres, usted elegirá su sexo. Donde el derecho de propiedad será relativo, lo suyo no necesariamente será suyo, todo dependerá de si alguien más quiere apropiárselo y tiene el suficiente poder e influencia para hacerlo.

Construiremos un Chile donde será más fácil abortar que trabajar. Donde será más fácil incendiar que construir. Donde será más fácil soñar con lo imposible que soportar la triste realidad.

Todo esto será realidad gracias a que luego de un tremendo esfuerzo institucional donde participaron distintos estamentos, donde se recurrió a distintas instancias, donde se efectuaron distintos acercamientos, donde se analizaron distintas realidades, donde se efectuaron distintas consultas, donde se efectuó un análisis participativo y donde se llegaron a distintas conclusiones ya que existen distintas verdades, porque no hay verdad ni mentira, el gobierno llegó a la conclusión que todos son imbéciles menos ellos, por lo tanto se impondrá la verdad oficial en nombre de los mismos imbéciles que no saben lo que hacen, es decir, el pueblo.

¡Aún hay patria ciudadanos!, aprovechen a llevarse su parte, antes de que se acabe.