"GANÓ" CON EL 33% ¡JA!.

No conozco mucho sobre Alemania ni me interesa conocer. Solo sé que la señora Merkel encabeza el Cuarto Reich, y con eso es suficiente para mí. También sé que comulgan con el llamado “multiculturalismo”, lo que ya es más que suficiente para mí. En resumen, fui partidario del Brexit y me gustaría ver el Cuarto Reich en el suelo lo antes posible, esta vez derrumbado por los propios europeos en las urnas, lo que por supuesto no sucederá mientras los gobiernos continúen “dando moneas”. En fin…

La líder del Cuarto Reich ganó las elección con solo un 33% de la votación, lo mismo que obtuvo Salvador Allende. Poco apoyo mantiene la señora. A pesar de esto pretende continuar con “el programa” como dicen por estos lados.

Los progres de siempre, estallaron en ira luego de la debacle socialista (20,7%). Y dieron rienda suelta al desenfreno por la votación del FDP (10,7%), partido sobre el que me informo en Wikipedia, y al parecer no tiene nada de nazi cono anuncia la propaganda diseminada por los diarios. Probablemente es algo similar (no lo sé) al UKIP británico, al que tildaban de lo mismo, sin embargo la realidad es muy distinta. https://es.wikipedia.org/wiki/Alternativa_para_Alemania

Cada vez que los socialistas de todos los partidos ven tambalear su verdad oficial, recuren a sus paniaguados de la prensa para liquidar comunicacionalmente a la oposición. Los nuevos medios de comunicación han nivelado la cancha y ya no es tan fácil engañar al populacho. La verdad es que millones de europeos solo pretenden recuperar sus países, sus costumbres, sus tradiciones, su cultura, su religión y la posibilidad de tomar decisiones. Comparto esa posición.

Si las autoridades europeas no reaccionan a tiempo -y la historia demuestra que nunca lo hacen- tal vez se encuentren con nazis de verdad una vez más, y será solo su responsabilidad.

Para mí esto es muy claro, los únicos totalitarios son quienes pretenden mantener la UE por la fuerza, imponer el Euro, descristianizar el continente cuna de la cultura occidental y someter a la población bajo el yugo de los dictadores de Bruselas que pasaron por sobre la voluntad popular, imponiendo una constitución europea a la fuerza, disfrazada con el nombre de “Tratado de Lisboa”.