"QUE NO PANDA EL CÚNICO".

En el gobierno de centro izquierda cunde el pánico. KAST irrumpe entre sus filas. Hasta el ex gerente del Banco de Talca tuvo que salir al paso de nuestro candidato de derecha. Parlamentarios se desmarcan de un gobierno que antes de un año ya está acabado. No llegaron tiempos mejores, ni llegó el gobierno de derecha que supuestamente reemplazaría al de las reformas profundas. Sabemos que llegó al poder un grupo de yanaconas sumisos a la izquierda. Traidores.

No habrá ley que pueda acallar a la gente que no acepta la ideología de género, el aumento del poder del estado, la idiotez generalizada, el robo del dinero de los contribuyentes, la censura al derecho de opinar, la imbecilidad hipócrita del discurso políticamente correcto ¡Basta de tanta mierda!

Sabemos que Daniela es hombre. Sabemos que los cientos de miles de miserables que nos han invadido serán nuestra ruina. Sabemos que el “11” no fue el inicio de una dictadura, sino el fin de la que comenzó tres años antes. Sabemos que el consenso entre izquierda y derecha globalista pretende someternos en base a la perdida de identidad e independencia. Habrá que hacerles frente. Nos quieren acorralar, pero la gente, la otra mitad, nosotros, no nos dejaremos. Ahí está el Brexit, Trump, Bolsonaro, Orban, José Antonio Kast, y millones de gente anónima que los apoyamos.

Sabemos, como no, que tarde o temprano habrá ganadores y perdedores, victoriosos y vencidos. Un cambio cultural de esta envergadura no se puede aplicar sin resistencia. Al final ganaremos nosotros, como siempre, más temprano o más tarde. Como derrotamos al comunismo soviético, como derrotamos al Tercer Reich.

El Cuarto Reich de la señora Merkel y sus compinches, la ONU, el globalismo político y sus cómplices empresas multinacionales son nuestros enemigos. Ahí debemos apuntar.

Al final, de alguna manera, siempre ganamos los buenos.