NUEVAS CARAS, VIEJAS MAÑAS.

Cambiaron al líder de la banda. Sale del Campo, uno que nunca supo, y entra Roblero, otro que tampoco supo. Bueno, habrán escuchado algo sin importancia por ahí, algún pecadillo, en algún pasillo, pero de saber, nadie sabía nada. Solo lo sabía Diosito, el compañero de arriba ¿Admitirá Diosito en su santo reino a esta gente?

El Mercurio se prestó una vez más para el lavado de imagen de rigor, al destacar la frase célebre del día, emanada de la sanguchera de Roblero, que dicho sea de paso, nos asegura que veía a Polvete una vez al año y seguramente de lejitos. Polvete vivía aislado de todos, ya casi nadie lo recuerda. Y a Valenzuela tampoco. Y al resto menos ¿Cómo se llamaba ese bajito; y el otro, el flaco alto ese; y el morenito aquel? No, no recuerdo ¿Estás seguro que existieron? Media congragación borró de su mete a la otra mitad.

Dice Roblero y titula El Mercurio: “No endiosar a un sacerdote es una buena noticia, perder poder es una buena noticia”. Je…je…je… Ahora lo canonizan y listo ¿O será que habrá un antes y un después, como nos recuerdan los señores políticos cada vez que los pillan en algo? Porque después de todo, un cura jesuita es ante todo un político (El Mercurio, domingo 8 de septiembre, paginas D4 y D5)  https://digital.elmercurio.com/2019/09/08/R/EL3LKDJA#zoom=page-width

En el mismo momento que los feligreses dejen de endiosar al cura, y la congragación renuncie a su poder mundano, esta deja de existir como la conocemos. Después de todo, el cura es el representante del representan de Dios en la Tierra, el Papa, y para subir al cielo, no necesitan una escalera larga y otra chiquita como en la canción, sino la intermediación del cura que perdona nuestros pecados, supuestamente. Ese es el negocio tras el libre albedrio.

¿Y el poder? El poder es el objetivo de la congragación, el que llevan perdiendo desde hace décadas en manos del Opus Dei y los Legionarios de Cristo. A medida que los Jesuitas se volvían marxistas, los ricos y poderosos se iban a la competencia. Sus hijos ya no se educan en los colegios jesuitas, sino en los de las otras dos congregaciones.

No le crean a Roblero y a El Mercurio, el primero miente, y el segundo se presta para difundir esa mentira. La siniestra Compañía de Jesús sobrevive gracias a su influencia en círculos de poder, y nadie renuncia al poder, el poder debemos quietárselo sea como sea. No debemos permitir que todo se entierre, es menester continuar hasta el final.