MIEDO A LA CIVILIZACIÓN.

Según entiendo, aun no volvemos a la normalidad y ya existen regiones con aumento de contagios. La semana pasada debí ir al centro por razones de fuerza mayor. Las calles estaban repletas, casi todo el comercio abierto, aunque atendían desde una mesa instalada en la puerta del local. Fueron necesarias tres vueltas a la manzana para estacionar. Vi a Barbarilandia en plenitud.

 

Evidentemente que con esta actitud no existe la más mínima posibilidad de terminar con los contagios. Gente paseando por el centro como si fuera víspera de navidad, varios sin mascarilla, unos al lado de otros, apretujados en filas frente al comercio. No hay caso.

 

Así y todo pretende armar la fiesta de la democracia en octubre. Pues supongo que luego de tan magno evento volveremos a las cuarentenas o al menos a encierros parciales. Esto no da para más de dos meses de desenfreno.

 

Entiendo que el gobierno “dio permiso” para el “18”. El argumento fue que la gallá de todas maneras hará lo que quiera, con o sin autorización. Je…je…je…, ese es precisamente el problema ¿Es necesario prohibir o autorizar a los descendientes de Michimalonco? Al parecer así es. El populacho bárbaro actúa por instinto, pero no de sobrevivencia. Es una especie de instinto criminal que los lleva a tomar decisiones descabelladas en contra de ellos mismos. La foto de la horda apelotonada en el “mall chino” demuestra en que consiste la chilenidad. Es la improvisación, la inacción, la desidia, la búsqueda del minuto de fama, el espíritu de rebaño que así como festeja un gol de “la roja”, quema el país, o se tira por un precipicio si para allá van las grandes mayorías vociferantes.

 

El pueblo chileno se puede definir como una horda que reacciona violentamente en contra de cualquier acción civilizadora. Desprecian el orden. Creo que el plebiscito será la culminación de un nuevo contagio masivo. Espero equivocarme, pero no apuesten en mi contra porque pueden perder.