PRESCRIPCIÓN, EN NOMBRE DE DIOS.

 

La Iglesia Católica anda desaparecida, desde que el respetable público descubrió lo obvio, que el poder absoluto corrompe absolutamente, y qué no existe un poder más absoluto que aquel que se otorga a si misma la venerable Iglesia, a propósito de una supuesta franquicia perpetua entregada por el pulento para explotar el negocio de la Fe en la Tierra.

 

Quienes nunca guardan riguroso silencio, son los fanáticos jesuitas, últimamente dedicados a destruir países a través de inmigraciones multitudinarias de pobres y miserables, también llamada tráfico de personas. Lo hacen demostrando una superioridad moral sin igual. Son todos buenos estos desgraciados.

 

Claro que ningún plan es perfecto, y los curas marxistas tienen sus pecados ya no tan ocultos, que salieron a la luz a pesar de su ocultamiento premeditado y el tráfico de influencias en los medios de comunicación y la política.

 

Resulta que esta gente de mal vivir que se vende buena como el pan con chancho, es en realidad fría y calculadora. Tienen una mentalidad psicopática, criminal, totalitaria. Suponen que todo es válido en el nombre del señor, la justicia social y el buenismo destemplado. Afortunadamente ya no cuentan con hogueras a discreción.

 

Fíjense que todo el buenismo llega hasta el límite de su propio bolsillo, como le llega a cualquier hipócrita del montón. No pretenden indemnizar a algunas pocas victimad de las violaciones conocidas, o al menos sospechadas por cualquier miembro de su siniestra congragación. Consideran que 120 millones por violado es mucho dinero y alegan prescripción ¿Prescripción? Je…je…je… Curas miserables. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2020/11/12/1003648/Jesuitas-prescripcion-indemnizacion-victimas-Guzman.html

 

Esta gentuza de mal vivir, que atenta en contra de sus alumnos, venden humo a diario, y destruyen el país para satisfacer sus descabelladas ideas, no merecen más que la disolución y expulsión de este lupanar con vista al mar. Cualquier organización que actué de la manera que han actuado y lo continúan haciendo estos criminales, sería disuelta por el Ministerio de Justicia, pero esta relea infecta tiene demasiado poder, demasiada influencia, y demasiados ex alumnos, tal vez oportunamente violados por sus guías espirituales, colocados en puestos de influencia en el Estado, las empresas más importantes y los medios de comunicación. Se le llama corrupción, tráfico e influencias y crimen organizado.   

 

¿Dónde quedó eso de que deben “dar hasta que duela”? Je…je…je... Tropa de sinvergüenzas. Tal vez la nueva constitución debiera prohibir este tipo de mafias.