ESTADO DE... ¿COMO SE LLAMA?

A medida que pasan los días, el estado de… ¿de qué era? (emergencia, creo, o de excepción, o algo parecido), surte efecto. Hoy Piñera, ha logrado hacer el ridículo más que nunca antes en su ridículo paso por La Moneda, lo que no es poco. El pobre hombre se supera a si mismo con esmero y creatividad.

 

Más y más crímenes de todo calibre se llevan a cabo en la “macrozona sur” (gozo con ese nombre tan rimbombante), todos ellos al amparo del estado de ¿cómo se llama?, y las querellas en contra de quienes resulten responsables. Los guetos de aborígenes aun son inexpugnables para las fuerzas del orden, quienes entrenan los doscientos metros con obstáculos en sus ratos libres, por lo que pudiera suceder.

 

Nuestros corresponsales en la macrozona sur nos detallan las andanzas de quienes nunca resultan responsables. Incluyen descarrilamientos de trenes e intentos de derribo de puentes. No se conocen lanzamiento de misiles balísticos ni ataques con armas químicas, como diseminación de ántrax y demas pócimas mortales. Tiempo al tiempo. El ingenio revolucionario es campo fértil para todo tipo de novedades del año para los regalones.

 

Vista la efectividad de la draconiana medida de S.E., se anuncia la extensión del estado aquel por quince días, tiempo suficiente para derribar lo que aun queda en pie en la macrozona identificada en el punto precedente.

 

Creo que sería del todo sensato crear un nuevo tribunal especial donde se sustancien (esa palabra tambien me gusta, me recuerda a las sustancias de dulce) estas causas. Con un equipo de jueces especiales, correctamente uniformados con ternos rojos, a los que podríamos denominar Brigada Especial de Jueces de Dedicación Exclusiva a la Macrozona Sur, reconocidos por la sigla BEJDEMS, quienes tendrán como función principal revisar diariamente la prensa nacional en busca de evidencia incontrarrestable que pueda ser utilizada para sustanciar lo que deben sustanciar, entre otras cosas, las querellas en contra de quienes resulten responsables, y las querellas de violaciones de derechos humanos que sean interpuestas (esa palabra, interpuestas, tambien la encuentro chora) en contra de las fuerzas del orden.

 

El gobierno podría colaborar enviando a un facilitador (esa palabra si que me gusta, es el descueve, facilitador, la encuentro genial), cuya función será facilitar todo tipo de acercamiento entre las fuerzas del orden y quienes resulten responsables. Es decir, facilitarán un encuentro imaginario, lo que no deja de ser meritorio.

 

Además, podríamos crear una mesa de dialogo en que participaran las fuerzas vivas de la Macrozona Sur (esta palabra sí que sí, fuerzas vivas, me encanta, es poética, se dan cuenta, una mesa de diálogo con gente viva no deja de ser un importante avance en la dirección correcta). Sí, esa es la solución, como no lo pensé antes, que los vivos resuelvan este problema, veo difícil que los muertos puedan hacerlo.